Luisana se encontraba realizando una producción de fotos para una línea de trajes de baño, en Italia, y decidió compartir fotos con sus casi dos millones de seguidores de Twitter.
De inmediato, sus fans comenzaron a cuestionar lo delgada que aparecía en las imágenes, a señalar que se le marcaban mucho las costillas y a sugerir que las fotos tenían un poco favorable retoque de Photoshop.
Lejos de estas preocupaciones, la rubia contó en su Twitter que "no tiene Photoshop, la saque desde mi teléfono" y que "en la foto pareciera que estoy muy flaca, pero en serio, estoy igual que antes, con el mismo
peso".
Además, la joven tuiteó que se alimenta sanamente y consume suplementos nutricionales y agradeció a sus seguidores por preocuparse por ella.