Hace tiempo que Lindsay Lohan dejó de ser aquella pelirroja dulce y figura de Disney. En los últimos años protagonizó varios episodios vinculados con drogas, accidentes de tránsito y encuentros directos con la Justicia norteamericana.

En esta oportunidad, la cantante y actriz se encuentra disfrutando de unos días libres en Mykonos, en Grecia. Y fue allí donde con un particular "traje de baño" (nótese las comillas) se metió a las aguas de Europa.

Poco le importó no tener traje de baño, y en su casi transparente trajecito de encaje se metió al agua a refrescarse.

Lindsay nunca deja de sorprendernos, y ahora demostró que para sumergirse al mar no se necesita un traje de baño si se tiene lencería.

La cantante lució un escotado bodysuit que mostró sus atributos, combinándolo con un mini short, ambos confeccionados con encaje blanco.