Rihanna disfrutó de un fin de semana caliente en Italia. Caliente porque hacía calor y ella pasó en bikini y necesitó refrescarse, y no por otra cosa (no que sepamos).

La barbadense lució un pequeño traje de baño celeste y rosa, y se dedicó a navegar en solitario y a ducharse en el yate en el que estaba junto a un grupo de amigos.

Los fotógrafos, siempre bien dispuestos, la retrataron en algunas poses seductoras e incluso acomodándose el bikini, pero ella ni se percató.