En un gesto simbólico que apunta a estrechar lazos entre la Iglesia católica y el mundo del arte, el papa León XIV compartió este miércoles sus cuatro películas favoritas, seleccionadas por su carga emocional y mensaje espiritual, antes de recibir en audiencia a destacados cineastas y celebridades de Hollywood.
El pontífice, de 70 años, nombrado en mayo al frente del Vaticano, destacó en un video difundido por la Santa Sede que el cine puede ser una vía poderosa para transmitir valores humanos universales, como la compasión, la esperanza y la redención.
Las cuatro películas elegidas por el papa
- ¡Qué bello es vivir! (1946) – Dirigida por Frank Capra, es un clásico del cine estadounidense en el que un ángel ayuda a un hombre desesperado a reencontrar el sentido de su vida. El papa elogió su mensaje de esperanza en medio del sufrimiento.
- La novicia rebelde (1965) – El musical de Robert Wise, ambientado en la Austria nazi, fue valorado por su retrato de la familia, la música y la resistencia ante la opresión.
- Gente corriente / Gente como uno (1980) – Dirigida por Robert Redford, este drama familiar aborda el dolor, el perdón y la reconstrucción emocional tras una tragedia.
- La vida es bella (1997) – El aclamado filme de Roberto Benigni narra cómo un padre judío protege con humor y amor la inocencia de su hijo en un campo de concentración nazi. El pontífice lo calificó de “testimonio conmovedor de la dignidad humana incluso en la barbarie”.
Un diálogo entre fe y cine
El papa ofrecerá este sábado una audiencia especial en el Palacio Apostólico del Vaticano con reconocidas figuras del cine internacional. Entre los invitados se encuentran los actores Cate Blanchett, Chris Pine, Viggo Mortensen, Dave Franco y Monica Bellucci, así como los directores Spike Lee, Judd Apatow, George Miller y Giuseppe Tornatore.
Según un comunicado oficial, el objetivo es “profundizar el diálogo con el mundo del cine y explorar las posibilidades que la creatividad artística ofrece a la misión de la Iglesia y a la promoción de los valores humanos”.
La audiencia forma parte de las actividades del Año Santo 2025, una celebración clave en el calendario de la Iglesia católica que busca renovar la fe y promover la reconciliación.
Una Iglesia en sintonía con la cultura
Desde su elección, León XIV mostró una marcada sensibilidad hacia la cultura popular y los lenguajes artísticos contemporáneos. Su preferencia por películas que exaltan la bondad, el sacrificio y la familia subraya su visión de una iglesia dialogante, no excluyente, capaz de encontrar en el arte moderno un aliado en su labor pastoral.
En un contexto global de fragmentación y desconfianza hacia las instituciones, este tipo de gestos apuntan a revalorizar la dimensión humana de la fe a través de narrativas que emocionan y convocan.
Con información de EFE.