La influencer mexicana Alana Flores, pareja del futbolista uruguayo Sebastián Cáceres, atraviesa un momento difícil luego de que circulara en redes sociales una imagen manipulada con su rostro, generada mediante tecnología de inteligencia artificial, conocida como deepfake. El contenido, de carácter sexual, se viralizó rápidamente y posicionó su nombre entre las principales tendencias, provocándole una fuerte exposición pública.

Flores se expresó a través de su cuenta de Instagram, donde negó enfáticamente la veracidad de la imagen y adelantó que ya identificó al responsable de haber comenzado su difusión. Además, anunció que está evaluando avanzar por vías legales. “Hay una imagen falsa de mí que ha sido alterada, ya sea por inteligencia artificial o por alguien. Usaron mi cara, pero no soy yo. Esa imagen nunca existió”, afirmó.

La influencer, de 23 años, también desmintió haber tenido alguna vez perfiles en plataformas de contenido íntimo: “No tengo fotos ni videos sexuales, ni desnudos, ni he tenido OnlyFans ni nada por el estilo”, aseguró con contundencia.

En su mensaje, Alana se mostró visiblemente afectada. Dijo sentirse emocionalmente agotada por la situación y reveló que incluso debió acudir al hospital debido a los efectos físicos que le provocó el estrés. “Me cuestiono si vale la pena seguir con el club de fútbol, con el boxeo o en redes sociales”, confesó.

También habló sobre el impacto del hostigamiento y los mensajes de odio que recibió tras la viralización: “He sido juzgada por cosas que nunca hice. A veces, entre tanta toxicidad, se siente imposible avanzar”, reflexionó. Sin embargo, destacó el apoyo de su entorno cercano como una fuente de fortaleza: “Rodearme de gente que me quiere y me conoce me ayudó a recordar quién soyTengo dos peleas de boxeo por delante y no me voy a dejar derrumbar”.

El zaguero Sebastián Cáceres, actual jugador del Club América de México y de la selección uruguaya, también se manifestó públicamente en defensa de su pareja. Compartió el video en sus redes y escribió: “La gente que no tiene nada que hacer se pone a inventar cosas con tal de dañar a los demásPor suerte, no todos llevamos una vida tan miserable”.