Kristen Stewart debuta como directora en Cannes con una intensa oda femenina

La actriz estadounidense Kristen Stewart, conocida mundialmente por su papel en la saga Crepúsculo, estrenó esta semana en el Festival de Cannes su ópera prima como directora: The Chronology of Water, una adaptación libre y sensorial de las memorias de Lidia Yuknavitch, nadadora y escritora que sobrevivió a abusos y represión familiar en su juventud. El filme ha sido recibido con entusiasmo por la crítica especializada y representa un giro radical en la carrera de la actriz, ahora convertida en cineasta.

"Estoy impaciente por hacer diez películas más", declaró Stewart a AFP, visiblemente emocionada tras el estreno. Vestida con elegancia por Chanel, la artista dejó claro que su tránsito hacia la dirección responde más a una necesidad expresiva que a una estrategia de carrera: "No me considero parte de la industria del entretenimiento".

El largometraje, que combina imágenes oníricas y narración fragmentada, se aleja de las convenciones narrativas y propone una experiencia emocional intensa. Según Stewart, el libro de Yuknavitch fue un hallazgo revelador: "Nunca había leído algo así, que grita para ser una película... Es un verdadero salvavidas".

Una obra que desafía al espectador

La cinta está protagonizada por la actriz británica Imogen Poots, a quien Stewart define como "la mejor actriz de nuestra generación". La directora destaca su capacidad para encarnar un personaje tan físico y emocionalmente expuesto: “Tiene una energía arrolladora, una fuerza que trasciende la forma. Ha abierto el pecho para esta película”.

En el reparto figuran también el músico Earl Cave —hijo del icónico Nick Cave— y Kim Gordon, de la banda Sonic Youth, en un papel que refuerza el tono provocador y desafiante de la propuesta estética de Stewart.

La directora reconoce que no quiso interpretar ella misma el papel de Yuknavitch: “No fue una opción. Esta historia necesitaba que yo la escuchara, no que la encarnara”.

Un discurso feminista visceral

Más allá de lo biográfico, The Chronology of Water es un manifiesto visual y emocional sobre la experiencia femenina, el trauma y la reconstrucción del deseo. "Ser mujer es una experiencia realmente violenta", afirma Stewart, quien no esquiva el tono político de su obra. “No necesito haber sido abusada para entender lo que significa que te quiten algo, que te silencien”.

El enfoque poético y corporal de la cinta ha sido elogiado por medios como Variety y The Hollywood Reporter, que destacan la valentía de su puesta en escena. Stewart construye una narrativa emocional, donde el cuerpo es el campo de batalla y también la fuente de liberación. “Solo las historias que nos contamos a nosotras mismas nos mantienen vivas”, resume.

Una voz autoral con ambición y riesgo

Stewart demuestra con este debut que busca convertirse en una cineasta con voz propia. Su película no busca complacer, sino provocar, incomodar y conmover. En un contexto donde las narrativas femeninas ganan terreno en festivales internacionales, su obra se suma a una generación de autoras que exploran, desde la subjetividad, la relación entre arte, trauma y redención.

Para América Latina, donde el cine independiente lucha por visibilizar voces femeninas en contextos de violencia y desigualdad, el filme de Stewart ofrece resonancias profundas. Su relato, aunque situado en otra geografía, conecta con las luchas universales por el cuerpo, la voz y el deseo propio.

Con The Chronology of Water, Kristen Stewart se presenta como una directora que no teme sumergirse en las profundidades más incómodas de la experiencia humana. Y, según sus propias palabras, apenas ha comenzado.

Con información de AFP