Por una cuestión de salud, Kim Kardashian se comerá su placenta luego de haber dado a luz el pasado hace algunas semanas a Saint, el primer hijo varón de la pareja que formó con Kanye West.

Para consumirla, se sometió la materia orgánica a una liofilización -proceso de deshidratación por frío- para convertirla en píldoras y poder consumirla.

La modelo y empresaria dio a conocer la noticia a través de su cuenta de Twitter. "Mi experiencia comiendo mi placenta", escribió en Twitter.