Irreconocible, Katy Perry de cara lavada y pelo atado con un simple moño se prepara para un concierto mientras es filmada para un documental sobre sus shows.
Acostumbrados a verla con los atuendos más extravagantes y un maquillaje dramático, pesado y colorido en la mayoría de las apariciones públicas, es difícil reconocer en ese rostro pálido a la artista pop.
El filme, titulado "Part Of Me" la muestra en sus shows y también en numerosas escenas de backstage, donde la joven no teme mostrarse al natural.