Kanye West
tuvo intención de publicar un álbum titulado “Hitler” por la fascinación que
sentía por el dictador, según contaron trabajadores de la industria musical a
la cadena CNN. Según contaron cuatro miembros de su equipo, el rapero, que en los últimos días
ha perdido contratos millonarios con marcas como Adidas y Balenciaga por sus
comentarios antisemitas y provocaciones racistas, habló en varias ocasiones
sobre Adolf Hitler y admiró la propaganda del Partido Nazi.
Tal era la fascinación que sentía por su figura, que West intentó titular
"Hitler" a uno de sus discos, que finalmente se publicó en 2018 bajo
el nombre de "Ye", palabra que ahora utiliza como apodo para
referirse a él mismo.
“Aclamaba a Hitler al decir cómo era de increíble y pudo acumular tanto poder,
y luego hablaba sobre todas las cosas que el Partido Nazi habría logrado para
el pueblo alemán”, indicó un empresario a CNN sin revelar su identidad,
quien tomó la decisión de abandonar la compañía, tras gestionar numerosas
quejas de acoso y malas prácticas en el entorno laboral. De hecho, pidió no ser
identificado por un acuerdo de confidencialidad firmado con West.
Según esta fuente, el entorno cercano al rapero conocía su obsesión por el
libro Mein Kampf, en el que el dictador plasmó gran parte de su
ideología en 1925. Tras la publicación de la noticia, Universal Music Group, la
multinacional que hasta ahora editaba la música de West, confirmó que su
contrato con el sello del rapero terminó el año pasado.
“No hay lugar para el antisemitismo en nuestra sociedad. Estamos profundamente
comprometidos en combatir el antisemitismo y toda forma de prejuicio”, indicó
la compañía en un comunicado.
El miércoles, la marca de zapatos deportivos Skechers confirmó que West fue
expulsado de sus oficinas en Los Ángeles, Estados Unidos (EE.UU), ya que se
presentó sin aviso previo y la compañía “no tiene intención de trabajar” con
él. El desplante es el último en una cadena que ha llevado a firmas como
Adidas, Balenciaga y la agencia de representación CAA, una de las más
importantes del país, a zanjar sus contratos con el rapero por sus comentarios
racistas y antisemitas.
De hecho, la revista Forbes calculó que el patrimonio de West pasó de superar
los mil millones de dólares a unos 400 millones. Todos estos movimientos se
conocen días después de que la familia de George Floyd, el afroamericano
asesinado por un policía en Mineápolis (EE.UU.) en 2020, anunciara una demanda
por difamación contra el músico, al que reclama 250 millones de dólares por
decir que la causa de su muerte fue el consumo de fentanilo y no la asfixia
provocada por la pierna del agente, como confirmó la autopsia.
Días antes, el autor de “Yeezus” lució durante un desfile de moda en París una
camiseta con el mensaje “White Lives Matter” (“Las vidas blancas importan”), un
lema utilizado a menudo por supremacistas blancos en respuesta al movimiento
contra el racismo “Black Lives Matter” (“Las vidas negras importan”).
En medio de este ciclo de provocaciones, Twitter e Instagram bloquearon las
cuentas de West en sus plataformas, donde infinidad de usuarios denunciaron
una serie de comentarios antisemitas relacionados con Jared Kushner, judío y
yerno de su “amigo”, el expresidente Donald Trump, al decir que era el hombre detrás
de unos tratados de paz en Oriente Medio, gestados solo para “ganar dinero”.
West admitió hace unos años que sufre un trastorno de bipolaridad y, entre
otras acciones llamativas, llegó a presentarse como candidato a la presidencia
de EE.UU. en varios estados durante los comicios de 2020.
EFE