Julio Chávez, el actor antipático

La ficción "Farsantes" será recordada por sus temáticas adultas, pero sobre todo por los roces entre los integrantes del elenco. Muchos acusaron a Julio Chávez de ser el más conflictivo, mientras que él en Clarín dio su versión.

"A principio del programa yo escuché que había dificultades y no entendía a qué se referían. Me preguntaban y yo no sabía de qué hablaban", relató. "Lo que se decía no era lo que yo estaba experimentando".

Decidió ignorar los comentarios. "Pero casi a fin de año volvieron las mareas fuertes y advertí que era verdad, que algo estaba pasando".

"Puede ser que nadie me encaró. Nunca nadie me vino a hablar de eso. Después me enteré que, obviamente, no se me quería. Lo que pasa es que yo trabajo mucho y entiendo que el espacio de trabajo de por sí es un ámbito con posibles tensiones, en el que cada uno intenta articular los puntos de vista y eso no siempre se logra amigablemente o con una sonrisa".

Y agregó: "a veces eso me produce nervios, rispidez lógica y necesaria. Me gustaría ver a cinco pintores pintando el mismo cuadro".

"Yo me enteré de todo esto el día en el que se fue Facundo (Arana). Se me acercó y me dijo '¿A vos te queda claro que yo me voy porque no me gusta trabajar con vos, no?'. Yo me quedé duro. Le dije 'Bueno, sí, parece que sí'. Y pensé 'Pobrecito, tantos meses trabajando tan incómodo, debe haber sido muy difícil'. No era lo que a mí me pasaba".

"No hubo una sola escena en la que yo no haya podido articular mi mirada", reflexionó. Más tarde, acerca de los rumores del principio, dijo: "escuché que se me acusaba de imponer mi punto de vista. ¿Imponer? No, intento articular... y, si no, ¿cuál es mi trabajo? Lo único que me pregunto es si esto de hacer público un clima laboral nos hace bien".

"Es peligroso. Porque nosotros, rápidamente, armamos imaginario en el espectador. Y eso que se dijo forma parte de lo que el espectador va a ver cuando mire lo que hacés. Me parece que entre nosotros mismos deberíamos respetar el espacio de lo público en relación a las opiniones, porque a veces dinamitamos el vínculo que el espectador tiene con uno".

No le gusta la tendencia de ventilar los trapitos laborales al sol. "No le encuentro el beneficio. ¿Por qué no lo hablamos entre nosotros?".

"Farsantes construyó cosas muy atractivas. Logró algo novedoso, quizás no revolucionario. Logró un pequeño corrimiento. Y eso hay que cuidarlo. Después discutimos si lo hacemos con alegría o sin ella".

"Yo puedo entender que hay algo antipático en mí, en tener todo marcado. Puede haber algo que no caiga en gracia. Tal vez sorprendió mi capacidad de adaptabilidad a un espacio diferente, porque nunca había protagonizado una tira. Tal vez se creyó que iba a tener que doblegarme. Soy un hombre grande, pelado, que de golpe despierta erotismo", en referencia a su vínculo con Benjamín Vicuña.