Lo que comenzó como una expedición científico-marítima se convirtió en un fenómeno cultural y viral: cientos de miles de argentinos —y espectadores globales— siguen en tiempo real la transmisión de un robot submarino que explora el Cañón de Mar del Plata, a casi 4.000 metros de profundidad frente a la costa atlántica argentina. Lo que emerge en pantalla es un espectáculo inédito de biodiversidad, humor espontáneo y ciencia convertida en experiencia colectiva.
Desde el buque Falkor (too), del Instituto Schmidt Ocean, un equipo mixto de científicos argentinos (en su mayoría del Conicet) y estadounidenses opera el robot SuBastian, que desciende hasta 4.500 metros y retransmite imágenes de alta definición. Lo que encuentran allí abajo es asombroso: criaturas jamás vistas en la región, corales de colores caribeños en aguas gélidas, paisajes alienígenas y conductas animales inéditas.
Pero más allá del valor científico, lo que ha capturado a la audiencia es la naturalidad y cercanía del relato científico, que se vuelve diálogo en vivo. En uno de los momentos más virales, la cámara enfocó a un pequeño organismo blanco y una científica preguntó con humor: “¿Lo queremos?”. “¡Sí, sí, lo queremos!”, respondieron usuarios por centenares en el chat.
Patricio Estrella, pepinos y centollas drag
Los espectadores bautizaron a las criaturas con apodos como Batatita (un pepino de mar), Merenguito (una langosta albina), o la centolla drag queen. Pero la estrella viral fue una estrella de mar naranja con dos protuberancias simétricas, que evocó instantáneamente a Patricio Estrella, de Bob Esponja. La frase “Patricio es argentino” se multiplicó en redes junto con memes y bromas que expandieron la visibilidad de la campaña.
“Estoy obsesionada”, “vine por la estrella culona, ¿es acá?”, o “¡viva el Conicet!” son algunos de los mensajes que inundan el canal de YouTube, que supera el millón de visualizaciones diarias desde el jueves, cuando también se sumó la retransmisión televisiva.
En base a AFP.