Fernando Peña en llamas

El pasado fin de semana se presentó Fernando Peña en el teatro Stella con su nuevo espectáculo La oscuridad es música. Pero el verdadero show comenzó un par de días antes cuando inició su rueda de prensa. El jueves estuvo invitado en el programa de Omar Gutiérrez "De igual a igual", entrevistado por Mariano Pagliari, en donde se mostró amable y cordial. El momento de mayor tensión fue cuando el conductor lo convidó con un mate, al que Peña accedió gustoso, y acotó desafiante “¿no tenés miedo de tomar mate con un tipo con sida?” Pagliari rió y contestó que no tenía ningún temor, aunque no volvió a tomar un “amargo” durante la entrevista.

La buena onda del artista uruguayo cambió radicalmente al ser entrevistado por el periodista Pablo Cohen del diario El Observador y de arranque le dejó claro el tono del encuentro: “yo no saludo a judíos”, expresó Peña, según la nota publicada el pasado viernes 14 de noviembre en el suplemento O2. Más adelante hablando sobre los miedos de la sociedad actual le increpó al periodista: “vos no sabés si es un chiste que yo te estoy diciendo si sos judío y que a los judíos no les doy la mano”.

Luego le adjudicó a Cohen intencionalidades y hasta lo amenazó: “igual la vas a escribir con mala leche a la nota, y voy a ir a tu casa y te voy a cagar a trompadas”. Cuando el periodista intentó preguntarle por su padre, lo interrumpió con la advertencia de que no hablaría “mucho” de su vida privada sino de la obra, que según el propio autor trata “de todo, de vos, de tu mamá, de cómo tu papá te cagó la vida”.

Al pan pan y Peña vino

Pero no a todos le fue mal en un encuentro periodístico con el actor que vive y trabaja en Argentina. En el programa "Al pan pan" de Sergio Puglia que emite radio Sarandí de lunes a viernes de 15 a 17 horas la cosa fue de amor y no de odio. Inicialmente la nota estaba prevista para realizarla vía telefónica pero apenas estuvo al aire Peña le increpó al conductor: “voy al piso, ¿o no me bancás ahí en el piso? ¿tenés miedo, Puglia?”. La respuesta fue rápida “¡Cómo te voy a tener miedo a vos!”, mientras el entrevistado le decía “¡Cómo te quiero!” y Puglia respondía “yo también te quiero”.

Luego ya en los estudios de la radio, Peña comete un pequeño furcio al tratar de decir el nombre del cocinero y acota: “es verdad, vengo del Mercado del Puerto, me he tomado 500 Medio y Medio, estoy borracho pero sé lo que digo”. Al primero que le cargó los dardos fue al productor del show, Mario Morgan al que definió como “un gran amigo nuestro pero el puto es pilla” porque fue él quien sugirió hacer la nota por teléfono y no en los estudios. “Yo por teléfono con Puglia no hago nada, porque es como con tu mejor amante hacer sexo por una cámara, nooo, yo con él quiero darme un beso en la boca”.

Sobre la conexión con las personas realizó una declaración de principios: “yo tengo un montón de amigos que son putos y los detesto porque no conecto. Lo importante no es conectar por donde uno coge, lo importante es conectar por donde uno late”. Más adelante Sergio Puglia le preguntó sobre "La oscuridad es música" de la siguiente manera: “La obra es la vida y la vida es oscura, transparente, luminosa, maravillosa y terrible. ¿Está todo en la obra?” Luego de unos instantes de silencio, Fernando Peña contestó exultante: “¡qué decirte, que sos un hijo de puta! ¡Es que me conoce tanto, me conoce tanto!” logrando la carcajada del conductor.

Peña trató de explicar el contenido de la obra, expresando que se trata de un material muy difícil (algo similar a lo que había dicho en la nota de El Observador) con muchos sobregiros. Cuando el periodista y co-conductor de "Al pan pan" Jaime Clara lo interrogó si la dificultad de la obra era también para él como actor, rápida y espontáneamente respondió el actor: “Dificilísima. Terminamos y no podemos coger nene, terminamos llorando mal”.

Luego de tantas acotaciones fuertes, posturas sexuales e insultos varios el propio Peña acotó para quien quisiera oírlo: “Yo me hago cargo de todas mis palabras y si hay alguna multa me la mandan a mí”.

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