"Hay cosas que son innecesarias para este momento, pero no voy a hablar demasiado porque sino es una rueda de nunca acabar", comienza el deportista.

"Estoy tratando de volver de la lesión y de disfrutar un poco. Con eso vengo bien, avanzando. Tenía un pequeño bloqueo en la rodilla pero tuvimos que ir a una segunda operación", agrega.

"Mis hijas nunca estuvieron encerradas en el auto. Pueden hablar con los empleados del club. No quiero hablar demasiado. No es que estoy saturado, pero es una novela que lleva dos años. Si yo salgo a aclarar o a dar explicaciones cada vez que hay una inquietud, no termina nunca esto", concluye Cubero.