En la última edición de la revista Paparazzi, dedicaron su tapa a Alejandro Iglesias, el recordado participante de Gran Hermano que buscaba realizarse una operación de cambio de sexo. "Pero las cosas no salieron como lo esperaba", cuentan.
Quedó eliminado promediando el programa y no consiguió los 10.000 dólares que requiere la cirugía.
Actualmente vive en casa de una vecina, Quita, una jubilada de 73 años. "Iba a pagarle el alquiler con la plata de una indemnización, pero nunca me la dieron", dijo a la revista. Dejó la casa familiar para alivianarles los gastos, pero regresa a diario para ducharse con agua caliente.
Tampoco consiguió mucho dinero haciendo "presencias" en boliches, como otros "hermanitos". "Como mucho, habré hecho cinco presencias. Al no entender cómo funcionaba, creí que me iban a llamar a mí, y estuve como dos semanas sentado, esperando...".
La desgarradora historia de que duerme "en un galponcito, sin agua ni gas natural", no sería tan así. El propio Alejandro fue invitado por Animales Sueltos, y allí dijo que "no estoy en la ruina, la estoy remando".
Dijo que en este momento lo que le interesa es la lucha por la Ley de Identidad de Género y que eso le dificulta conseguir un trabajo. "Este año lo dedico a esto, al objetivo", dijo según Ciudad.com.ar.
Sin embargo, aclaró que "lo que dijo la revista, tiene razón, pero por ahí lo dramatizaron un poquito más".
"Tengo una pieza que me dio ella, estoy arreglando un localcito de abajo, le arreglé la conexión de luz", y agregó: "lo estoy haciendo contento y estoy re feliz".