Por todo el mundo se multiplican los gestos para hacer saber al personal sanitario cuánto apreciamos que dediquen su tiempo y salud a protegernos de la pandemia.

Esta vez, en el programa de Jimmy Kimmel, contactaron a Kimball, una joven enfermera que contrajo COVID-19 en su trabajo. "Me llegué a sentir como si hubiese sido arrollada por un camión", contó la mujer, quien se recupera en casa y pronto volverá al trabajo.

Entonces, el presentador le dijo a Kimball que alguien quería conocerla (desde su casa, claro) y ahí apareció Jennifer Aniston, quien dejó el shock a la enfermera.

"Solo quiero decir que gracias a Dios los tenemos a todos ustedes haciendo lo que hacen ahí afuera. No sé ni siquiera cómo expresarles tanta gratitud por anteponer su trabajo a la salud y al riesgo que conlleva. Son fenomenales", dijo Aniston emocionada. Pero no fue todo.

Acto seguido, la actriz le dijo a Kimball que se despreocupara por qué cocinar porque le iba a donar 10.000 dólares en órdenes de comida. E hizo extensible el regalo para el resto de enfermeras que trabajan con ella.

¡Bravo, Jen!