Contenido creado por Ignacio Alcuri
Pantallazo
No creo en las brujas

Antonio Gasalla contó la macabra brujería de la que fue víctima en Cuba

El actor contó lo sucedido años atrás, cuando participó de un ritual luego de que le dijeran que le habían ''tirado un muerto''.

07.03.2017 10:24

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2017-03-07T10:24:00-03:00
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"Cuando empezó la democracia y se volvieron a tener relaciones con Cuba fui invitado para trabajar y trabajé varias veces allá en teatro", contó en Ponele la Firma, el programa de Marcelo Polino.

Un día se encontraba con su representante y un amigo cubano, quien les dijo: "a ustedes les tiraron un muerto encima". Según Gasalla, cuando Fidel Castro llegó al poder "mandó a gente que tenía este tipo de religiones a aprender cosas al África", por lo que "el tema de estas disciplinas se encuentra muy intensificado en Cuba".

"Nosotros estábamos... no te digo que tristes, pero sin hacer nada, y cuando nos dijo 'les tiraron el muerto encima', también nos dijo 'yo puedo hacer que se lo saquen'", agregó según Clarín.

"Nos pidieron una gallina, una paloma y un frasco de perfume. No sé si conocen Cuba, pero conseguir una gallina o una paloma en Cuba es como si te pidieran un transatlántico, porque son animales que están en el campo, y allá la venta en aquel momento era mucho más estricta".

Consiguieron los elementos y fueron a la casa de una señora, quien los condujo a una habitación pequeña con un altar. En el suelo había un hombre desvanecido, que iba a "recibir el muerto".

"Lo primero que hizo la señora fue agarrar la paloma, le dio dos vueltas a la cabeza, se la arrancó y me la puso en la mano. Yo sentía en la mano parpadear la cabecita de la paloma. Nos tiró la sangre encima, después agarró la gallina, hizo lo mismo, y también nos tiró la sangre encima". Luego ella tomó el perfume y los escupió. el ritual duró más de tres cuartos de hora.

El hombre del suelo "empezó a tomar conciencia y se puso muy violento". Era el momento de la recepción. "La mujer nos dijo que volviéramos al hotel y que no nos bañáramos por 24 horas. Entramos al hall del hotel todos llenos de sangre que nos caía de la cabeza".

"Lo cuento con un poco de humor, pero fue una cosa bastante fuerte".

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