Días atrás Anamá Ferreira sorprendía con su acusación contra Andy Kusnetzoff en Twitter. "Has levantado ahora una bandera y te quería recordar que me hacías BULLYING durante años cuando hacía CQC y gracias a vos no me llamaron más para hacer TV porque vos me pusiste el mote sobre mi manera de hablar, eras el canchero de CQC #PHPodemosHablar", dijo la ex modelo.

Acá está la respuesta completa que Andy compartió en sus redes sociales:

Querida @AnamaFerreira:

Arranco con "querida" porque desde que nos conocimos sentí simpatía por vos, cariño por tu forma de ser y por tener siempre linda energía.

Me quedé sorprendido con tu mensaje de ayer, pero lejos de evitarlo o querer subestimarlo me dieron ganas de escribirte. Pero lo primero, y muy importante, es aclarar que el tema Beatriz Salomòn - Cuatro Cabezas no tiene nada que ver conmigo. Eso fue otro programa (se llamaba Punto Doc) de esa productora, del cual nunca participé y encima ni siquiera estaba ya en la empresa en esos años y que además he considerado siempre un episodio repudiable.

Respecto al Bullying, que como digo siempre en la radio es algo duro y desagradable, me gustaría aclarar que esas notas eran parte de un estilo de notas humorísticas que hacíamos con reconocidas figuras del mundo del espectáculo, como vos, siempre con el aval del entrevistado (no cámaras ocultas) y que sucedieron hace 25 años aproximadamente en CQC.

He contado ya algunas veces en los últimos años que ese personaje canchero solo representaba una parte de mi personalidad en esos años (veintipico), y que servía como escudo para contar cosas feas de la política de esos tiempos (menemismo), así como colarme en los Oscars o para acceder a personajes como Fidel Castro o Bill Clinton. En el ámbito local siempre sentí que nos reíamos CON los entrevistados y no de ellos.

Pero con vos era aún más especial. Cómo alguna vez te conté creo que la conexión había sido fruto de la identificación. Como vos sabes mi familia se tuvo que exiliar en 1977 y mi destino fue justamente Brasil. Tuve que entrar a primer grado en una escuela de Rio y aprender a leer y escribir sin hablar el idioma. ¿Como no te voy a entender?

Volviendo a aquellas notas, siempre entendí que aquello era complicidad, sobre todo con tu siempre buen sentido del humor.Pero este adulto de 47 años puede entender perfectamente otro punto de vista, y comprender que si en ese momento a vos te afectó y en ninguna de las notas me lo pudiste decir, debo tomar el reclamo hoy.

Hace mucho tiempo que no soy ese rubio de 24 años, pero el adulto que soy ahora te pide DISCULPAS. No importa que hayan pasado dos décadas, ni que en el momento no registré que ese humor te haría mal. Como vengo diciendo públicamente, siempre es válido manifestar un dolor.

Escribiste por Twitter, tengo que responderte en las redes, pero va aquí mi invitación a tomar un café y hablarlo en privado; o a hacerlo en el programa de radio o en la tele, donde consideres que la reparación sea más sanadora.

Besos, Andy

 

Horas más tarde, Anamá "aceptó" las disculpas: