"La verdad, en mi vida personal yo no tengo grandes rollos con mi desnudez. Pero, en este momento de mi vida no me toca", dijo la sexóloga a la TV peruana.
"Quizá cuando tenga 55 años de repente tenga ganas de desnudarme frente al mundo y los llame a ellos y les diga: '¡Por favor, tómenme fotos!'", agregó y reflexionó sobre su figura y su vida íntima sexual:
"Yo sé lo que es ser delgadita y tener relaciones sexuales y estar bien gordita. No hay diferencia con el peso. Para mí el sentirse sexy no pasaba por el peso (...) Yo veo mi rostro igual, pero en foto lo veo distinto", afirmó.