Alberto Cormillot habla sobre su vida sexual activa a los 86 años

El reconocido médico argentino Alberto Cormillot, referente en nutrición y salud pública, volvió a poner sobre la mesa un tema que suele ser tabú: la sexualidad en la vejez. A punto de cumplir 87 años, aseguró que mantiene una vida íntima activa junto a su esposa, la nutricionista Estefanía Pasquini, con quien tiene un hijo de tres años.

En una entrevista con la revista Gente, Cormillot afirmó: “Mi vida sexual no cambió en todos estos años. Sigue activa. Mientras el cuerpo no me ponga límites, yo no me los pongo”.

Casado con Pasquini, de 39 años, Cormillot subrayó que el deseo sexual no desaparece con la edad, aunque reconoció que puede transformarse.

“No necesitás una erección completa para tener sexo. Hay muchas maneras de estar en pareja y satisfacerse mutuamente”.

Sin tabúes: salud sexual en la adultez mayor

Lejos de idealizar, Cormillot explicó que en la vejez pueden aparecer desafíos como la disminución de testosterona o alteraciones del ánimo, pero destacó los beneficios del sexo:

“Desestresa, genera endorfinas, es placentero”. 

También compartió detalles sobre la frecuencia de su vida íntima: “Más de una vez por semana, seguro. A veces dos o tres. No todos los días, depende del ánimo y del momento”.

Contra el “viejismo” y los estigmas sociales

El médico aprovechó para cuestionar el llamado “viejismo”, una forma de discriminación por edad que impone límites innecesarios a la vida emocional, afectiva y sexual de las personas mayores.

“Esto de poner límites es una manifestación de viejismo. Mi padre murió a los 95 y tuvo vida sexual hasta que falleció. Yo me imagino como él”.

Finalmente, Cormillot remarcó que, aunque se asume como una “persona vieja”, no acepta etiquetas reductivas: “No me molesta decir que soy viejo. Pero no quiero que me digan ‘abuelo’”.