Contenido creado por Florencia Bengoa
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En primera persona

“Vi a Jesucristo sentado en mi mesa”, reveló Liz Solari en un momento que cambió su vida

Más de una década después de la muerte de Leonardo Verhagen, la modelo argentina rompió el silencio sobre la experiencia que la marcó.

31.10.2025 15:09

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2025-10-31T15:09:00-03:00
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A más de diez años del trágico fallecimiento de Leonardo Verhagen, Liz Solari habló públicamente por primera vez sobre el episodio que marcó un antes y un después en su existencia, en una entrevista difundida por Eco News Talks.

La actriz y modelo relató una experiencia que describió como sobrenatural: “Cuando llegué al living, lo vi: Jesucristo sentado en mi mesa. Me miraba con una sonrisa llena de amor… No hay palabras que puedan describirlo”, compartió con emoción.

Solari aseguró que aquella aparición no solo fue un momento impactante, sino también un punto de inflexión en su vida: “Sentí su presencia, me habló con autoridad y me dijo: ‘Debes ordenar tu vida. La familia va primero’”. A partir de entonces, comenzó a tener sueños, visiones y meditaciones que la guiaron hacia un proceso profundo de transformación personal.

Con el tiempo, la actriz explicó que su conciencia individual comenzó a ceder ante una conciencia más espiritual. Incluso llegó a sentir conexión con figuras como la Virgen María y distintos guías espirituales. “Solo en Dios encontré refugio, paz y dirección”, afirmó.

Este cambio de perspectiva también se reflejó en sus acciones. Liz Solari se volcó al activismo animalista y ambiental, dejando de lado su carrera televisiva. “Yeshua, el príncipe de la paz, me enseñó el camino de la no violencia”, señaló, recordando cómo su visión inspiró su decisión de dejar de consumir productos de origen animal y dedicarse a proteger a los animales.

El episodio que detonó este cambio ocurrió en Rosario, el 31 de enero de 2010, cuando Leonardo Verhagen, entonces de 28 años, se desvaneció en la casa que compartía con Solari. La modelo llamó de inmediato a los servicios de emergencia, pero, pese a los intentos de reanimación que duraron más de una hora, los profesionales no pudieron salvarle la vida.

Recordando aquel doloroso momento, Liz relató: “Fui testigo de algo extraordinario. Vi cómo su alma se desprendía de su cuerpo y entendí que la muerte no es el final de la vida. Nuestro cuerpo es solo un instrumento para existir en esta dimensión”. Según relató, ese suceso abrió la puerta a experiencias psíquicas que marcaron el inicio de su búsqueda espiritual.



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