Tras casi quince años en Canal 10, la periodista deportiva fue cesada súbitamente del noticiero de dicho canal. La repentina decisión generó toda clase de especulaciones en el mundillo de las comunicaciones, y el refrán que señala que “cuando el río suena, agua trae” se confirmó días atrás, cuando Martínez publicó en redes un comunicado en el que hacía referencia a situaciones de “acoso laboral y sexual” en el que fuera su lugar de trabajo.

En su breve misiva publicada en redes sociales, la comunicadora apuntó directamente contra un jerarca de la empresa y también al director del noticiero. Dijo tener “prueba fehaciente” de lo que afirmaba, pero no dio más detalles porque, alegó, se encontraba en “etapa de conciliación previa a un reclamo judicial”.

Este jueves, el semanario Búsqueda publicó una extensa entrevista de la comunicadora Victoria Fernández a Ana Inés Martínez. En el reportaje, la periodista deportiva recordó cómo fue el momento en el que comunicaron su despido, el 1º de diciembre pasado.

“El trato fue muy raro. Ya tenía todo editado y pronto para salir al aire. No pude ni despedirme de la gente. Tampoco tuve una despedida por parte de mis compañeros. No hubo deportes ese mediodía porque no había quién saliera. Nadie de la gerencia de la empresa me vino a despedir o comunicar la decisión, que sí pasa con cada funcionario que es desvinculado; a mí me despidió Nelson Fernández, director del noticiero, y la encargada de Recursos Humanos. No me dieron razones”, dijo.

Posteriormente, desmintió una vez más la versiones acerca de que su despido se debiera a ausentismo. A ese respecto, aseguró que existía un doble rasero que permitía a sus compañeros varones faltar y se lo impedía a ella.

Asimismo, sostuvo que el director del noticiero, Nelson Fernández, mostraba hacia ella un ensañamiento tan evidente que “rompía los ojos”.

“Me negaba todo, me ninguneaba, me exigía enviarle por WhatsApp las noticias de deportes y el orden para que el jefe de Deportes dijera si estaban bien. En determinado momento empezó con todas esas exigencias. Tenía que pedir autorización cada vez que quería pasar alguna declaración de algún protagonista del deporte, o poner fragmentos muy cortos, de 15 o 20 segundos. Cada vez que ponía uno apenas más largo recibía un mensaje: ‘Parece que no entendiste...’. Cuando lo hacían mis compañeros no pasaba nada. Era una persecución constante. Y había otras reglas. Por ejemplo, cuando fue el paro de fútbol, no podía mencionarlo. Y no nos dejaba citar la fuente de ningún otro medio o colega, que es el ABC del periodismo”, describió.

Del fuego a las brasas

En el reportaje, Martínez cuenta que tras soportar durante meses el mobbing de Fernández, decidió finalmente elevar la situación a un integrante de la gerencia, y ese hombre sería quien —según relató— la acosaría sexualmente.

“Estaba desbordada. Le mandé un audio y lo único que hizo fue responder que él no podía pasar por arriba de la gerencia de cada sector. No solo no me ayudó, sino que le reenvió mi audio a Nelson. Entonces fui llamada por él a la oficina y me dijo que yo era una mentirosa, y que a partir de ese momento pasaba a ser su enemiga”, narró.

Una cuestión de olfato

Con el paso del tiempo, la situación de Martínez dentro del canal no hizo más que deteriorarse.

“Yo sufría una persecución desde distintos ámbitos de la empresa. Por parte de Recursos Humanos y de otra integrante de la gerencia se me cuestionaba mucho mi imagen. Salía escasos minutos al aire y siempre había un problema con mi imagen”, dijo.

“Me cuestionaban hasta las puntas del pelo, me decían ‘qué horrible esto, qué horrible lo otro’. Me pusieron un régimen de peluquería, con horarios. Siempre me cuido y creo que estoy bien, y trabajo con muchas marcas a nivel de imagen, y sin embargo era una persecución constante. Esto que voy a contar no es broma: fui llamada por la encargada de Recursos Humanos porque supuestamente había compañeros que habían denunciado que yo tenía olor. Me llegó a preguntar, y tengo testigos, cómo me bañaba”, rememoró.

Nada de esto fue un error

Así como acusa al director de Subrayado, Nelson Fernández, por presunto acoso laboral, Martínez asegura que el acoso sexual provino de un gerente de Saeta, firma dueña de Canal 10, quien a la postre fuera despedido “con honores”.

Según Martínez, todo comenzó con un error de tipeo del hombre en un chat de WhatsApp. La periodista detalló que ese gazapo modificaba el sentido del mensaje y lo transformaba en algo procaz.

“Me pide disculpas porque ‘le jugó una mala pasada el corrector’. Me reí y listo, pensé que de verdad se había equivocado. Pero siguió: ‘Me dejó pícaro ese error’. Y ahí arrancó. Yo no lo respondía, y él seguía: ‘Desembucho: no aguanto más, nunca me mandé ninguna cagada en la empresa, pero...’”, decía el hombre en los chats, cuyas capturas de pantalla Martínez mostró a la entrevistadora.

En los mensajes, enviados el 24 de febrero del año pasado, el gerente “insistió repetidas veces a Martínez acerca de intención de mantener relaciones sexuales con ella, y se mostró ansioso de concretar un encuentro”

Ante las propuestas del gerente, Martínez optó por desairarlo educadamente y dejar el asunto “por esas”. Sin embargo, entiende que a partir de ese momento el maltrato laboral proveniente de Fernández arreció. Por esa razón, especula con la posibilidad de que haya existido una orden al respecto.

Durante la entrevista, Martínez no hace referencia directa a la identidad del acosador sexual, pero, interrogada por la entrevistadora, concede que el despido del gerente general del canal, Alejandro Cattaneo, ocurrido también en diciembre, guardaría relación con su caso.

“Lo desvinculan dos semanas después de que mi abogado plantea en el canal lo de los chats y el acoso sexual. La empresa, en el comunicado interno, lo despidió con honores, y dijo que fue de común acuerdo”, contó.

“Que lo evalúe la justicia. Despidieron a un acosador con honores. Sería un lindo antecedente que todo esto se castigue, y que no sea la víctima la que siempre termina pagando los platos rotos”, deseó.