La actriz brasileña Dani Gondim reveló este fin de semana en redes sociales que le diagnosticaron cáncer pocos meses después de protagonizar una película donde interpretó a un personaje que luchó contra la enfermedad. En la película Milagro del destino, estrenada en febrero de este año, Dani interpretó a la periodista Marina Alves, quien enfrentó un linfoma.
La artista hizo la revelación en una declaración acompañada de un video en el que se la ve afeitándose la cabeza. "El arte imita a la vida, eso nunca lo he dudado, pero ¿qué pasa cuando la vida imita al arte? ¿Qué hay que aprender?", comentó.
En el video recordó que hace un año la llamaron para trabajar en la película, basada en la historia real de la reportera Marina Alves y "su lucha contra el cáncer y los milagros que ocurrieron durante el tratamiento". Tras el estreno de la película en febrero, Dani participó en una campaña nacional en marzo para fomentar la donación de sangre y médula ósea.
“Unos meses después, la batalla que plasmé en mi arte empezó a formar parte de mi vida. Hoy tengo un cáncer que puedo llamar mío”, escribió.
Dani también informó que está sometida a “dosis masivas” de quimioterapia, lo que le ha provocado la caída del cabello.
“Tengo una familia que me hace sentir segura y apoyada, y eso me da la seguridad de tener un hogar al que regresar. Así que, sí, es un tratamiento muy difícil; no quería pasar por esto, pero estoy muy agradecida por la vida que tengo”, concluyó.
La película
Las actrices Dani Gondim y Rhaisa Batista protagonizan la película, dirigida por Alexandre Klemperer y producida por TV Verdes Mares. La trama gira en torno a una reportera a quien le diagnostican linfoma y, durante su búsqueda de un donante de médula ósea, descubre que tiene una hermana.
Marina Alves, reportera de TV Verdes Mares, fue diagnosticada en agosto de 2021 con linfoma linfoblástico de células T, un tipo grave de cáncer que destruye las células de defensa del cuerpo. Poco después del diagnóstico, fue hospitalizada para comenzar un tratamiento de quimioterapia. Aproximadamente un mes después, la periodista descubrió que necesitaba un trasplante de médula ósea, según publica O Globo.
Hasta entonces, Marina creía ser hija única, lo que dificultaba encontrar un donante compatible. Luego, a los 33 años, descubrió la existencia de Lumara, su media hermana (del mismo padre). Sin embargo, la relación entre ambas comenzó antes de descubrir su parentesco.
Lumara ya seguía a Marina en redes sociales antes de su enfermedad e incluso la contactó virtualmente para comentarle su parecido físico. Sus caminos se cruzaron más tarde, cuando Marina estuvo hospitalizada en el mismo hospital donde Lumara trabajaba como técnica de enfermería en el banco de sangre.