El oligarca ruso Yevgueni Prigozhin, quien según la agencia de aviación civil rusa viajaba en un avión privado que se estrelló este miércoles en la región rusa de Tver con diez personas a bordo, se dio a conocer mundialmente como el jefe del Grupo Wagner, una empresa compuesta por mercenarios que, tras participar en la guerra de Ucrania junto al Ejército ruso, protagonizó hace dos meses una fallida rebelión militar contra el Kremlin.

Prigozhin fue apodado el "chef de Putin" debido a su anterior proximidad con el presidente ruso y sus negocios de restauración, que montó después de salir indultado de prisión en 1990, donde pasó casi 10 años por diversos delitos.

Nacido el 1 de junio de 1961 en la actual San Petersburgo, sus vínculos con el presidente ruso, Vladímir Putin, empezaron cuando Prigozhin, vendedor entonces de panchos en puestos callejeros, distribuyó varios "catering" de comida al Ejército ruso.

Tras la invasión rusa de Ucrania, iniciada en febrero de 2022, Prigozhin reclutó a 35.000 presos que fueron excarcelados para combatir al lado de las tropas rusas.

Pero con el paso del tiempo y también, en el marco de la guerra, mantuvo duras confrontaciones con el Ministerio de Defensa ruso.

La primera fue en febrero de este año, cuando se quejó de la falta de munición para sus combatientes durante el asedio a la localidad ucraniana de Bajmut, en el Donbás, que acabó finalmente en manos rusas en mayo pasado.

El segundo enfrentamiento con la cúpula militar rusa tuvo lugar el 24 de junio, tras sublevarse contra el régimen de Putin al tomar la sureña ciudad rusa de Rostov del Don, sede del mando sur del Ejército ruso, y emprender una marcha hacia Moscú en respuesta a supuestos ataques rusos contra sus posiciones.

Prigozhin aseguró entonces que sus hombres bloquearían la ciudad de Rostov y avanzarían hacia Moscú en tanto no tuviera en su poder al jefe del Estado Mayor ruso, Valeri Guerásimov, y al ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, con quienes llevaba meses enfrentándose duramente y a los que culpó de la muerte de sus combatientes.

La rebelión armada, que Putin calificó de "traición", finalmente fue desactivada, para evitar una nueva guerra civil.

Tras la mediación del presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, Prighozin desistió ese mismo día y ordenó a sus hombres detener la operación.

Tras dos días de especulaciones y sin tener noticias suyas certeras, el 26 de junio por fin apareció públicamente para asegurar que solo buscaba salvar de la desaparición al Grupo Wagner, no cambiar el poder. El día 27 Lukashenko confirmó que Prigozhin se hallaba exiliado en Bielorrusia.

El 10 de julio, el Kremlin desveló que Putin se había reunido el 29 de junio con el líder de Wagner después de su fallida rebelión.

Durante mucho tiempo Prighozin negó haber creado Wagner, hasta que, en setiembre de 2022, en plena contienda bélica en Ucrania, reconoció haber fundado en 2014 esta empresa militar privada, lo cual está prohibido por ley en Rusia, pero aseguró que había nacido como un grupo de patriotas.

Debido a sus acciones opacas, en 2018, el Departamento de Estado de Estados Unidos sancionó a tres de sus compañías, Internet Research Agency, Concord Management y Concord Catering, por su papel en la campaña de interferencias y desinformación, especialmente contra la candidata demócrata Hillary Clinton, en las elecciones presidenciales de 2016, de las que salió vencedor el republicano Donald Trump.

En noviembre de 2022, inauguró en San Petersburgo su primera sede en un edificio de cristal, coincidiendo con sus afirmaciones sobre su interferencia en el pasado en procesos democráticos extranjeros sobre todo en Estados Unidos, al tiempo que informó de que lo seguiría haciendo.

En paralelo, el jefe de Wagner ha operado con sus mercenarios en diferentes escenarios bélicos como la guerra de Siria y diversos conflictos armados en el continente africano, como el de Mali, donde instruyó a las fuerzas locales para proteger al Gobierno, una acción que fue objeto de una fuerte controversia.

Las actuaciones del Grupo Wagner le supusieron graves sanciones internacionales. Las primeras le llegaron en diciembre de 2021 procedentes de la Unión Europea (UE) por violaciones graves de los derechos humanos en varios países africanos, entre ellos Mali, la República Centroafricana y Libia, donde también ha estado desplegado.

En el caso de Libia, la Fiscalía General Militar relacionó a Wagner con el asesinato de 26 estudiantes en el Colegio Militar de Trípoli, el bombardeo de la sede de inmigración ilegal en Tajoura, que causó la muerte de 63 emigrantes, y el bombardeo de la ciudad de Al Zawiya, cometido durante la guerra en ese país entre 2019 y 2020.

Tras el reciente enfrentamiento con el Kremlin, el pasado día 21 Yevgueni Prigozhin reapareció en un video grabado sin mencionar el lugar, del que se desprendía que se encontraba en África con el objetivo de reclutar soldados.

Este miércoles, la agencia de aviación civil, Rossaviatsia, informó de que un avión privado se había estrellado en la región rusa de Tver con diez personas a bordo, en cuya lista de pasajeros figuraba el jefe de Wagner.

EFE