Contenido creado por Gerardo Carrasco
Curiosidades

Un rencor que no cesa

Y eran amigas: venganza duró 12 años, rompió sentimientos y ahorros y terminó en la cárcel

Ocurrió en China: un comentario de la madre de una de las protagonistas desató una elaborada revancha digna de Alejandro Dumas.

20.12.2022 15:05

Lectura: 5'

2022-12-20T15:05:00-03:00
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En el celebérrimo folletín El conde de Montecristo, Edmundo Dantés sufre el despojo, la cárcel y la miseria por causa de una conjura urdida por personas a las que él nada malo había hecho, pero que —por razones diversas— se beneficiaban con su desgracia.

Años más tarde, y cuando todos lo creían muerto, Dantés regresa bajo una nueva identidad para cumplir una venganza implacable y planificada hasta en los menores detalles.

Los ecos de esa retaliación novelesca suenan en un caso divulgado recientemente en China, donde una mujer engañó y estafó durante 12 años a una mujer que, supuestamente, era su amiga.

La policía de Shanghái anunció recientemente la resolución de una de las estafas “románticas” online más extrañas de la historia. La víctima, una mujer de mediana edad, había sido estafada durante 12 años por alguien que se hacía pasar en redes sociales por un conocido presentador de noticias de televisión. Mediante ese engaño despojó lentamente a su víctima de unos dos millones de yuanes, cifra cercana a los 290.000 dólares.

La historia se pone más interesante luego, cuando se revela que el falso informativista era una mujer, e íntima amiga de la víctima, quien había actuado de esa forma para vengarse de unas palabras que la madre de la estafada había dicho cuando ambas amigas eran apenas unas niñas.

La estafadora, identificada solo como Yu, admitió su culpabilidad y dijo a los investigadores que todo había comenzado hace 12 años. Ella y la víctima, identificada como Li, habían sido amigas durante mucho tiempo y sus padres también se conocían. Un día, la madre de Li le dijo en broma que tendría problemas para encontrar marido porque no era muy bonita y su familia no tenía una situación económica muy buena.

Sin duda fueron palabras crueles y que no debieron decirse a una niña, quien se tomó muy en serio la afrenta y jamás la olvidó. Cuanto más pensaba en lo que había dicho la mujer, más quería vengarse, por lo que se le ocurrió un plan. Si a ella le resultaba difícil encontrar el amor, entonces también lo sería para su amiga Li.

Años después de aquel insulto, Yu se acercó a la madre de su amiga y alardeó de ser amiga de un conocido presentador de noticias de televisión que, casualmente, era soltero y buscaba una esposa adecuada. Tal como lo había planeado, la mujer mordió el anzuelo y le suplicó que intercediera y le “hiciera gancho” con su hija. Entonces el plan de Yu se puso en marcha.

La intrigante mujer comenzó a crear en redes sociales perfiles falsos del comunicador en cuestión y contactó a Li fingiendo ser ese hombre encantador y exitoso. Conocía a su amiga mejor que nadie, sabía sobre sus gustos, sus pasiones y sus expectativas románticas, así que rápidamente logró que su personaje la sedujera y congeniara con ella. El único problema era mantener la relación en modo exclusivamente virtual.

Cada vez que Li pedía conocer en persona a su novio, este encontraba una excusa: estaba demasiado ocupado con el trabajo, de viaje de negocios, enfermo o simplemente muy cansado. Pese a tales pretextos, él continuaba seduciéndola y declarándole su amor, lo que aparentemente fue suficiente para mantener a Li interesada.

La estafa financiera no era originalmente parte del plan de Yu, pero en 2018 experimentó zozobras económicas y necesitó dinero con urgencia. Sabedora de que su amiga estaba locamente enamorada de la personalidad que ella había fabricado, la usó para sacarle dinero. Así las cosas, el famoso y encantador informativista comenzó a pedirle dinero a su novia virtual, bajo toda clase de pretextos. Una vez que consiguió que Li pagara una vez, se aficionó al dinero fácil y continuó usando los encantos de su personaje para exprimirla.

A pesar de recuperarse financieramente, Yu continuó pidiéndole dinero a su amiga, suplicando, mintiendo e incluso amenazando con romper la relación cada vez que Li hacía demasiadas preguntas o parecía reacia a abrir la cartera. Cada vez que su amiga se quejaba de la situación, ella siempre la animaba a hacer lo que fuera por amor, y le recordaba que el informativista era un hombre encantador y que valía la pena.

La situación se hizo insostenible a principios de este año, cuando Li ya había liquidado todos sus ahorros y acumulaba una considerable deuda. En ese momento se acercó a su amiga para pedirle ayuda para comunicarse con su novio virtual, y en esa conversación dijo sospechar que algo no andaba bien. Li quería confrontar al hombre y exigirle la devolución de todo el dinero que le había prestado. Su amiga intentó disuadirla como tantas otras veces, pero esta vez Li estaba decidida a llegar al fondo del asunto. Ante semejante determinación, y con temor a que su amiga acudiera a la policía, Yu decidió contarle toda la verdad. Quizá lo hizo por temor a que su amiga fuera a la policía —cosa que finalmente hizo— o simplemente para ver la cara de pasmo de Li.

Yu fue arrestada después de que su amiga presentara una denuncia, y la investigación del enrevesado caso, aún está en curso. Los hechos se divulgaron recientemente en los medios chinos, donde Li ofreció su testimonio ante cámaras. Y si bien la historia suena como un folletín de Dumas, el hecho de que la mayor parte de la información divulgada provenga del Departamento de Policía de Shanghái permite suponer que es, al menos términos generales, verdadera.