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Visiones distintas: ¿qué dicen las pericias uruguayas sobre el caso María?

Los informes uruguayos señalan la violencia doméstica que vivió María por parte de su expareja y las firmes sospechas del abuso sexual que sufrió la niña, en contraste con las pericias españolas.

08.10.2019 13:09

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2019-10-08T13:09:00-03:00
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Montevideo Portal

El caso de María y su hija continúa en España, donde la Justicia determinó que la niña debe quedar a partir de este miércoles al cuidado de su padre en Cataluña.

Pasaron varios años desde que María y su hija llegaron a Uruguay, donde María nació y tiene familia, y hace meses volvieron a España por determinación de la Justicia.

Una de las grandes críticas de María a la Justicia española es que para dictar una sentencia final no tomó en cuenta las pericias que se realizaron en Uruguay y que señalan la violencia que sufrieron ambas por parte del padre de la niña. En concreto, los informes revelan las firmes sospechas del abuso sexual que sufrió la niña, que le teme a su padre y no quiere verlo.

Montevideo Portal accedió a diversos informes basados en pericias psicológicas con la niña y la madre.

La niña nació en España en el año 2012. Es la única hija de la expareja, que se formó en 2010 y que se separó en 2015.

El padre es español, técnico radiólogo en un hospital. María es uruguaya y trabajó de camarera en hoteles durante los nueve años que residió en España.

Tras siete meses de noviazgo María quedó embarazada y su pareja le pidió que abortara porque no estaba preparado para la función de padre. Sin embargo, ella decidió continuar con el embarazo y su pareja entró en depresión. En varias oportunidades, de hecho, amenazó con suicidarse.

En agosto de 2016, cuando la niña tenía cuatro años, un informe de una médica criminóloga del Instituto Técnico Forense señalaba que una vez finalizadas las pericias psicológicas tanto con la madre como con la niña se desprende que la relación de pareja siempre estuvo enmarcada en mentiras, engaños y violencia, tanto psicológica como física de él hacia ella.

"Prometía que iba a cambiar y hacía terapia dos días y dejaba. Tenía una historia de una madre depresiva y bipolar y el padre era alcohólico y ludópata. Había estado en la guerra y volvió muy loco y los abandonó cuando eran chicos, se fue con otra mujer y volvió a los años", narró María en las pericias y afirmó que su pareja estaba repitiendo con ella su historia familiar.

Las peleas en la pareja se agravaron cuando la niña tenía dos años, incluso hubo dos discusiones en las que él se encerró con un cuchillo en el baño. Sin embargo, María narró que la etapa más difícil de la pareja sucedió cuando él se tuvo que operar de una hernia y ella aceptó un trabajo en horario nocturno.

"Él empezó a tomar medicaciones fuertes en forma abusiva y pasaba todo el día durmiendo", detalló María.

Posteriormente, cuando a la niña se le descubrió un sangrado en su cola fue examinada por su pediatra, que determinó que tenía dos fisuras anales. Desde esos días no quiso estar más con su padre y empezó decir -en palabras de su madre-: "Tengo miedo de papi".

Días después, María encontró a su novio drogado y desmayado. A partir de esa fecha dejaron de estar juntos como pareja.

María comenzó a sufrir un acoso diario por parte de su expareja y cuando percibieron que la niña había cambiado su personalidad fue a una psicóloga que planteó que había sido víctima de abuso sexual.

Según el informe, la niña posee un buen nivel intelectual y un rendimiento acorde a su edad, sin embargo, se observó cierto bloqueo afectivo que le impide desarrollar su potencial.

A través de juegos en los exámenes psicológicos expresó sus miedos a la figura masculina que representa un rol paterno ausente o agresivo, mientras que la figura materna aparece como una importante referente para ella, que la ayuda y la contiene.

La niña vio situaciones de violencia doméstica de su padre hacia su madre y fue protagonista de conductas violentas por parte de su padre. Según el informe, "queda de manifiesto que le teme y no confía en su padre. Cuando se indaga más acerca de la situación, se hace caca, se angustia y deja de jugar".

Otro informe remitido a la Justicia en 2016 también señala que hay pruebas e indicadores que explicitan que María vivió una relación enmarcada en violencia doméstica y de género y que su hija mostró signos y síntomas que indican que es altamente probable que haya sido víctima de abuso sexual por parte de su padre.

No solo los indicadores físicos (sangrado anal) forman parte de estos indicadores, sino que su conducta se mostró inusual para su edad. También muestra ansiedad, terrores nocturnos, resistencia, rechazo a quedarse a solas con su padre y miedo a que la toquen.

En este sentido, este otro informe señala que poder mantener un tratamiento psicoterapéutico es lo más adecuado para la niña. Sin embargo, la medida de separación de la niña del presunto abusador aparece como la primera a tomarse.

El sostén emocional que le brindaban sus abuelos maternos en Uruguay resultaba fundamental para que pueda continuar con su normal desarrollo. En resumen, este informe también sugirió que lo ideal es que la niña permanezca con su madre en Uruguay.

A pesar de que los especialistas uruguayos informaron de la situación de violencia y abusos, los peritos catalanes lo descartaron y el caso se archivó en el país europeo.

A raíz de esto, la magistrada española falló en favor del hombre, que debía recoger a la hija en el consulado de Uruguay el viernes a las 11:00.

Cuando el padre y sus asesores jurídicos se presentaron en la sede diplomática, la mujer y la niña llevaban allí aproximadamente una hora. No obstante, el consulado comunicó que no se haría entrega de la pequeña en su sede.

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Son diversos los informes que sugieren que la niña sufrió abuso sexual por parte de su padre y que María sufrió violencia doméstica por parte del mismo hombre. Sin embargo, la Justicia española determinó que la niña debe volver a vivir con su padre y ser separada de su madre, que solo podrá visitarla dos horas por semana.

Ambas permanecen en el consulado uruguayo en Barcelona. Diversas organizaciones, como la principal central sindical española, convocaron a manifestarse frente al consulado uruguayo para brindar su apoyo a María y la niña.

En la plataforma Change.org hay una juntada de firmas -que ya lleva 10.860- en la que se manifiesta el rechazo a lo resuelto por la Justicia española.

"Hacemos un llamado a todas las instituciones uruguayas a poner en marcha todas las acciones pertinentes que garanticen la protección de la niña, salvaguardando su vida", reza el escrito en el que se justifica la juntada de firmas, que se titula: "No permitir la quita forzada de la hija de María".

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