Uruguay, Argentina y Brasil “han venido creciendo poco” este 2025, según evaluó el economista Javier de Haedo.

Sin embargo, reconoció que los números finales de las variaciones del producto interno bruto (PIB) “pueden dar lugar a otras conclusiones”, según establece el experto en el Monitor de Coyuntura del Observatorio de Coyuntura Económica de la Universidad Católica del Uruguay (UCU).

“Ocurre que fracciones importantes de esos números finales se habrán de deber al ‘arrastre estadístico’ desde el año anterior, lo que es particularmente claro en el caso de Argentina”, reza la publicación semanal, cuyo título de esta edición es “Un año con escaso crecimiento económico en el vecindario”.

Así, el informe señala que dicho arrastre estadístico (es decir, la diferencia entre el dato del PIB correspondiente al cuarto trimestre y el del promedio anual) fue de 3,2%. A su vez, la última encuesta de expectativas de Argentina estima el crecimiento de 2025 en 3,9%, por lo que “está bien claro” que cuatro quintos del alza económica proyectada para este año se dieron en el 2024. A su vez, de acuerdo con el indicador mensual de actividad argentino, el dato de setiembre solo está 1,0% por encima del de diciembre pasado.

“O sea, un muy pobre desempeño económico en los primeros nueve meses de 2025 en nuestro vecino occidental”, establece De Haedo en la publicación.

En el caso de Brasil, el arrastre desde 2024 se sitúa en 0,8% y —según la última encuesta de expectativas— se proyecta un crecimiento de 2,2% para este año, reza el documento. “De nuevo, aunque no tan flojo como en Argentina, el crecimiento de 2025 en Brasil es pobre”, determina el análisis de la UCU.

Finalmente, en Uruguay, el arrastre desde 2024 fue de 1,0% y la última encuesta de expectativas relevada por el Banco Central sitúa al crecimiento de este año en 2,3%, lo que configura “una situación parecida” a la de Brasil.

La economía se ha venido desacelerando a lo largo del año: creció 0,7% en el primer trimestre, 0,4% en el segundo y cayó 0,1% en el tercero, cuando la variación interanual fue de apenas 1,3%, por debajo de las expectativas, que la situaban en 1,85%”, finaliza el texto.