Uruguay incauta 550.000 productos falsificados en un año

En el marco del Día Mundial contra la Falsificación y la Piratería, Uruguay reveló cifras alarmantes sobre el volumen de productos falsificados retirados del mercado en el último año: más de 550.000 artículos en 2024 y 155.000 en lo que va de 2025, según informó Virginia Cervieri, presidenta de la Cámara de Lucha contra la Piratería y el Contrabando.

Los datos, divulgados este martes, evidencian la magnitud del fenómeno en un país de poco más de tres millones de habitantes. En 2024, la categoría más incautada fueron los juguetes (50%), seguida de ropa (30%), electrónicos (10%) y cosméticos, perfumes y autopartes (10%). Este año, en cambio, los productos de cuidado personal y perfumes ganaron terreno, representando el 35% del total incautado.

Impacto en la salud y alerta institucional

Más allá de los perjuicios económicos y a la propiedad intelectual, las autoridades destacaron el riesgo sanitario que implica la comercialización de productos falsos. “Un producto falsificado no garantiza calidad. En muchos casos puede ser incluso peligroso para la salud, como sucede con medicamentos, cosméticos o lentes”, advirtió Cervieri.

Los medicamentos falsificados representan un doble riesgo: pueden estar elaborados con sustancias tóxicas no aprobadas o, en el mejor de los casos, carecer de ingredientes activos, lo que impide el tratamiento de enfermedades. Lo mismo ocurre con juguetes fabricados con materiales no regulados, que pueden ser tóxicos para los niños.

Una respuesta con enfoque ambiental y educativo

Frente al dilema sobre la destrucción de productos incautados, Uruguay implementó iniciativas innovadoras. En 2024, parte del material plástico confiscado fue reciclado y transformado en 20 tableros de básquetbol donados a escuelas y clubes deportivos, en el marco del programa Score Green, impulsado por el estudio jurídico Cervieri Monsuárez.

La propuesta busca reducir el impacto ambiental, promover la educación sobre propiedad intelectual y fomentar el deporte en la infancia y juventud. Es un ejemplo de cómo las acciones legales pueden complementarse con fines sociales y pedagógicos.

Vigilancia y nuevas modalidades

La detección temprana de productos ilegales es posible gracias al trabajo conjunto entre la Aduana, la Policía y los representantes de marcas registradas, quienes monitorean tanto comercios físicos como plataformas digitales. Las redes sociales se han convertido en uno de los principales canales para la venta de mercadería falsificada, lo que obligó a adaptar los mecanismos de control.