Contenido creado por María Noel Dominguez
Entrevistas

Por los chiquitos

Un nuevo libro, dedicado enteramente al fútbol infantil en Uruguay

En Uruguay te diría que el 99% de los futbolistas profesionales se iniciaron en el baby fútbol. Entrevista de Ana Jerozolimski

21.02.2022 07:41

Lectura: 15'

2022-02-21T07:41:00-03:00
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Por Ana Jerozolimski

Cuando Alejandro Grobert se abocó a escribir este libro-“Fútbol infantil. ¿Deporte o $alvación?”- no sólo se disponía a analizar cómo funciona ese mundo sino también a describirlo con el amor y la pasión que siempre le despertó. Y no sólo porque uno de sus hijos había jugado en baby fútbol.

Especial alegría le da que el prólogo haya sido escrito por Diego Forlán.

El libro ya está en las librerías.

P: Alejandro, felicitaciones ante todo por el lanzamiento del nuevo libro. ¿De qué se trata?

R: Está basado en mi experiencia como productor de un programa que cubre todo el deporte infantil. Tiene 18 capítulos, cada uno de los cuales trata el tema del deporte infantil desde una perspectiva distinta. Por ejemplo, tengo un capítulo de dirigentes, otro de técnicos, otro de árbitros, familiares, docentes, contratistas, autoridades públicas (nacional, departamental), algunos temas relativos a la salud, periodistas del ámbito del deporte infantil.

En cada uno de esos capítulos tengo 100 entrevistados que están distribuídos en esos 18 capítulos y que son referentes de cada uno de esos ítems que mencioné.Pero intencionalmente, no es que elegí incluir sólo a, por ejemplo, los árbitros famosos son también a alguos desconocidos. Lo mismo con los jugadores. Está por ejemplo el caso de Facu Torres que ahora es estrella y algunos que ni siquiera llegaron o que tienen un hermano famoso que sí llegó, y él no. Pero es a propósito, porque traté de mostrar todo el espectro de las cosas que pasan en el asunto del fútbol infantil.

P: ¿Hay también una veta muy personal?

R : Sí. En el libro también tengo un capítulo muy lindo que lo dediqué a mi hijo porque yo fui también papá de jugador de baby fútbol, así que volqué allí lo que fue nuestra experiencia. Y para mí es muy especial porque mi hijo me autorizó a compartir públicamente muchas anécdotas que vivimos juntos, por lo cual hay también mucho humor, aunque también un montón de reflexiones.

Baby fútbol, un mundo entero

 P: ¿Cuál es la envergadura de este mundo del baby fútbol?

R: Aproximadamente 60.000 chicos juegan todos los fines de semana en forma federada. Eso equivale a algo más de 2.000 partidos todos los fines de semana. Disminuye un poco en verano, pero sin desaparecer ya que siempre hay fútbol playa o torneos de verano. Esto, sin contar las escuelitas de fútol  y el fútbol que compite de forma organizada en algunos torneos interescolares o interliceales. Hay chicos que participan en ambas cosas, o sea que juegan en el baby fútbol y también juegan en los torneos escolares y liceales.

A eso sumale todo lo que hay alrededor. Si vos tenés 60 mil chicos, tenés 120 mil padres y si le sumas abuelos y familiares directos de una forma u otra estás hablando de un público de unas 200 mil personas que giran en torno al baby fútbol, de los cuales tenés también quizás unos 7 u 8 mil dirigentes, aunque esto varía mucho porque hay directivas de clubes que son manejadas por una persona sola y otros clubes más integrados, con más voluntarios.  También están los dirigentes de Liga y los dirigentes departamentales o nacionales. Osea que es una estructura muy grande. A eso sumale los árbitros, los delegados de mesa, todos los papás que activan en cosas como son las cantinas de baby fútbol, que es una cosa muy característica- siempre se habla de la torta frita, los refrescos, panchos, papas fritas, golosinas- con lo que se ayuda a costear los gastos del club.

También está el dinero

P: ¿Cuántos de los grandes jugadores de mayores salen de baby fútbol?

R: En Uruguay te diría que el 99% de los futbolistas profesionales se iniciaron en el baby fútbol. Entonces ya es un proyecto de familia. Los chicos, ni bien destacan en alguna medida en cualquiera de los puestos, son enseguida visitados por captadores, por representantes y ahí empieza toda esa parte del libro que habla de las expectativas y de la parte profesional-comercial que hay detrás del baby fútbol.

P: Uno piensa en la pasión de los chicos por el fútbol, pero entiendo que ineludiblemente está también ese otro aspecto, el del dinero que mueve el deporte.

R: Bien dijiste, ineludiblemente. También el baby fútbol mueve mucho dinero. Y eso significa que trae aparejado muchas cosas buenas y a veces también problemas.

La dimensión social

P: No soy ingenua y tengo claro que el tema del dinero siempre está muy presente en el deporte. Pero  eso no es lo único. Para los niños que juegan esto es un mundo entero. Y los lleva por buen camino.

R: Sin duda. Yo destaco mucho el tema de la obra social que se hace desde el baby fútbol. Porque vos tenés equipos distribuídos por todo el país, incluso en las pequeñas localidades del interior. A veces se da el caso por ejemplo que vos tenés algún equipo en una localidad que tiene más chicos inscriptos en el baby fútbol de los que son nacidos y residentes de su ciudad, porque de otras ciudades vienen a jugar en ese equipo, de otras localidades, a veces cercanas, pero “cercanas” a veces significa hacer varios kilómetros. Hay localidades que no tienen la cantidad de chicos suficientes para llenar categorías.  Hay de todo.

P: Y volviendo al tema social….

R: Hay distintos tipos de realidades y contextos. Entonces hay determinadas zonas de la ciudad, pasa en Montevideo, en Canelones, donde los clubes de baby fútbol cumplen una función adicional a lo que es el deporte en sí, que es la contención de muchos chicos. Hay padres que no tienen tiempo o no pueden llevar a sus hijos, entonces los técnicos se ocupan. Yo conozco personalmente técnicos que van a buscar a los chicos en su moto, o en su auto, o caminando, los acompañan, los llevan, los traen. Hay chicos que si viven relativamente cerca van a jugar solos también. Algunos clubes tienen merenderos o hasta comedores, tipo ollas populares, también hay. Hay técnicos que se tienen que ocupar especialmente como una forma de incentivar a los chicos, que tienen que traerles su carnet de notas, los tratan de incentivar para que también en la escuela rindan. Porque hay chicos que se focalizan mucho por su pasión por el fútbol y de repente se descuidan en otras áreas y de repente tienen una ilusión que en la realidad tangible se transforma en que de todos los chicos que juegan al baby fútbol durante todo ese período de 8 años, solo el 1% llega a jugar en primera división.

P: Eso es duro para los que sueñan con seguir adelante.

R: Por supuesto.  Hay muchos chicos que quedan frustrados por el camino. Una de las cosas que están tratando de hacer las actuales administraciones, ya viene de antes también, es ofrecer más opciones para los chicos que terminan la etapa de baby fútbol, y no son aceptados o ingresados en las inferiores de los clubes de primera división, que puedan seguir jugando en ligas amateur, pero que no queden desconectados del deporte. Porque después hay chicos que no tienen el dinero para poder pagarse un club o una academia o un gimnasio….

Violencia también en baby fútbol

P: La violencia en el deporte es un tema duro a nivel mundial. ¿Qué pasa con fútbol infantil en Uruguay?

R: Hay unos 2.500 partidos por fin de semana entre los cuales en 3 ó 4 se arma lío. Todo el sistema lucha incansablemente por controlar el tema de la violencia.

P: ¡Qué flagelo! ¿También en baby fútbol?

R: Una de las cosas que yo observo desde hace muchos años y de forma creciente, es que la gente cada vez tolera menos que las cosas no salgan como ellos quieren, y la forma de resolverlo es la violencia o tratan de que sea, como que todo es válido. El hijo tiene que ganar sí o sí. Entonces culturalmente hay una corriente de gente, que no es que se pongan de acuerdo, porque se da hasta por contagio, de que uno se exalta y otros reaccionan y se hace una bola de nieve imparable y es que pasa las cosas que pasan.

P: ¿Cómo influyen los padres?

R: Hay chicos que son impulsados por sus padres y otros son destruídos por sus padres. Hay padres que son afectuosos, que están para apoyar, que los motivan, que los levantan anímicamente, que están siempre ahí, con frío, con lluvia, con calor abrasador, de noche, de tarde, de mañana, que a veces hay que ir con los chicos en las delegaciones a jugar un campeonato al interior o fuera del país, incluso. Para los padres generalmente no es solo un esfuerzo de tiempo, sino también de dinero, bancar cosas cuando los clubes no pueden. Buscan la manera de solventar y para algunos padres hay gastitos que son fortuna, que para otros no serían nada. Cada  familia es un. Ponete en el lugar de un chico que su hermano llegó y es famoso y él no llega y todo lo que eso implica psicológica y emocionalmente en la familia, en él. Las variables son infinitas, entonces hay que mirar todo con cierta amplitud. Están los padres que destruyen, que gritan desde afuera, que insultan. Hay chicos que se avergüenzan de que sus padres insulten al árbitro, de la forma en que lo hacen al rival, hay muchos padres que se olvidan que el rival del otro lado también son niños y están insultando niños y obviamente están los padres de esos niños que también se ofenden cuando gritaron a sus niños. Porque hay padres que literalmente gritan "¡matalo!", cosas así, y estoy siendo educado. Entonces uno ve cosas horrorosas, cuando a veces incluso saltan prejuicios raciales y otras cuestiones.

P: Qué horror…me cuesta hasta imaginar una escena así.

R: Pero las hay.

Discriminación

P: Y ya que mencionás este tema de los prejuicios ¿se ve mucho también en el baby fútbol?

R: Yo no  he visto, en absoluto, asuntos que tengan que ver, por ejemplo, con antisemitismo. En ese sentido creo que hay mucho respeto. A veces sí hay muchas cosas de piel. De la gente que se fija en el color de la piel y tira algún sablazo racista . Es horrendo.

P: Y aunque te digan que es una expresión general, hay ahí algo subliminal muy problemático.

R: Claro…En otras categorías, como el fútbol preuniversitario o quizás un poco más, sí se han visto expresiones prejuiciosas por ejemplo contra los chicos de Macabi, con la Estrella de David. Y en esas edades está también la cuestión clasista, pero no de los chicos de dinero hacia los más humildes sino al revés. Recalco que todo esto no ocurre para nada en baby fútbol, donde hay una liga ejemplar en la que conviven clubes con chicos realmente con diferencias importantes en sus condiciones de vida familiares. Pero sí ya en el fútbol preuniversitario y universitario. Los técnicos enseguida actúan, lo he visto siempre, los técnicos enseguida mandan a callar a sus chicos, pero pasa. No mucho, pero pasa.

P: O sea que hay una postura clara contra la discriminación…

R: Así es. El sistema como tal combate el racismo y la discrminación. Está sancionado, está penado. Una vez que se constata que la persona hizo algo desubicado o lo que sea se le sanciona a él, se le sanciona al club o a la categoría, depende, cada liga tiene sus reglamentos pero las sanciones son importantes y yo creo que también que, si tengo que hablar del grueso de la población, la enorme mayoría de la gente es ubicada y es bien. Tal vez sí, más popularizado, es el insulto al árbitro. Es como que está más instalado en la gente la cosa de gritarles y feo también, ahora también hay mujeres árbitros.

P: Y ahí me imagino que se abre otro potencial de ataques…Casi podría armar las frases que les gritan…

R: Y ellas ahora, pobres, reciben comentarios, gritos, denigrantes, que es algo también que se está combatiendo mucho y se penaliza en forma fuerte para que la gente termine de entender. Las mujeres lo pasan mal. Lo que yo admiro de esas mujeres es lo guapas que son, porque a pesar de que viven circunstancias a veces tremendas, imaginate que estamos hablando campos de juego donde la gente está al lado de los chicos y de los árbitros y los árbitros están totalmente expuestos. Porque vos en un partido de primera división por lo menos tenés un par de policías, tenes las rejas, determinada contención perimetral o lo que sea. En el baby fútbol, por más que haya alguna cosita que separa de la cancha generalmente es mínimo, en algunos casos inexistente y los árbitros, los propios chicos, y los técnicos a veces son agredidos y están al lado de la gente. El público está ahí, es parte de lo que están en la cancha. Entonces realmente si no hay una contención de la propia organización del club o de la propia gente de bien que intervenga para que las cosas no lleguen a mayores, bueno la persona que queda en la mitad del lío está frito. Yo he visto árbitros ser salvados, literalmente, por integrantes de algún club que se interponen entre los hinchas furiosos, desenfocados y lo salvan de una golpiza o lo que sea.

P: Qué increíble…realmente terrible.

R: Así es.

El por qué de un gran amor

P: Ale ¿por qué baby fútbol? ¿Cómo explicás esta dedicación?

R: En realidad es algo que me llegó y me enamoró. Yo estaba intercambiando ideas para hacer un programa de televisión, esto hace 17 años.  Entonces se me ocurrió hacer un polideportivo, donde pudiera tener distintas opciones. Y ahí se generó la idea esa del baby deportivo. Al final, tras algunos percances que demoraron el comienzo, me dieron dos horas  y hasta el día de hoy tenemos las dos horas. 

La conducción del programa la hace un muchacho que se ha transformado en familia para mí,  Paul Fernández, muy conocido como figura de Carnaval, actuación en cine y teatro.  Hace un poco de todo y es un tipo de primera.

P: Aparte del deporte en sí ¿qué destacarías del baby fútbol?

R: Lo solidario que es en general, incluso entre clubes rivales. Me acuerdo el caso de un chiquito que se prendió fuego, pobrecito, se incendió el cuarto y él se quemó en forma importante, sobrevivió bien, pero quedó muy lastimado. Y los equipos del barrio y más, se juntaron e hicieron cosas donando, a sus posibilidades. Pero plata, alimentos no perecederos, materiales para reconstruir la casa, todo lo que le fue posible, lo hicieron; rifas, las madres se ponen a hacer tortas, y de esos casos tengo así un montón.

P: ¿Qué te parece que da el baby fútbol a los niños?

R: Como te comenté, uno de los capítulos incluye entrevistas que he hecho a docentes, sobre las realidades de los chicos que ellos ven en las escuelas. Entonces, una cosa que me decían los docentes es que ellos se dan cuenta, en los casos de los chicos que hacen deporte federado y en el caso de los que hacen baby fútbol, tienen ciertas conductas de mayor orden y disciplina, también mejores valores y mayor concentración en las tareas de estudio, mayor compañerismo porque están ya más habituados y más socializados por el propio baby fútbol. Están más acostumbrados a eso, a interactuar con otros chicos, a jugar en equipo, a respetar las reglas del instituto.

P: Y para terminar , volvamos a tu programa…¿te sentís afortunado?

R: Esta actividad, la televisión, no es algo para hacerse millonario ni mucho menos, ¿no? Yo me siento que en lo que sí... con el programa me siento millonario en lo humano.

P: ¿Por qué?

R: Porque más allá de promover la vida sana y el deporte de los chicos y el deporte en sí que me gusta y me encanta verlo.Lo que me fue realmente enamorando del programa es el afecto de la gente. O sea, nosotros recibimos mucho agradecimiento. Yo no le cobro a los clubes por cubrirlos, yo vivo de los sponsors, y es impresionante la respuesta de la gente en todos lados. No hay actividad que se haga en el país que no nos estén invitando, constantemente. No solo en Montevideo, en todo el país. Se genera  un vínculo muy lindo entre el programa y al gente de forma continua. En la pandemia no había deporte de niños; entonces, nosotros hicimos un llamado a que los chicos nos mandaran videos desde sus casas. Fuimos de los primeros que empezamos con eso en la televisión acá.

P: Entiendo que la respuesta fue muy buena.

R: No te puedo explicar, nos inundaron de videos, fue una avalancha de videos desde la casa haciendo jueguito con la pelota, ejercicios, coreografías, formas marciales, series de gimnasia, lo que se te ocurra. Fue algo increíble y eso me mantuvo, más allá del apoyo que me dio el canal, porque estaba todo muy interrumpido. La  parte comercial se vio muy afectada, pero en cuanto al contenido, yo tenía contenido nuevo todas las semanas gracias a lo que la gente nos mandaba desde sus casas. Y fue algo maravilloso. La pandemia golpeó mucho a los clubes, económicamente y también hubo categorías que se desarmaron.Nosotros como programa, pudimos salir adelante gracias a la gente, fantástico.

P: Ale, te agradezco mucho por esta preciosa entrevista y te deseo no sólo éxito con el nuevo libro, sino que sigas siempre haciendo exitosamente lo que tanto te gusta.

R: Que así sea. Muchas gracias Ana.