Una insólita historia ocurrió en Baviera, al sur de Alemania, donde un granjero recuperó su anillo de casado cuatro meses después de haberlo perdido, cuando un carnicero lo encontró en el estómago de una vaca.
El protagonista es Johannes Brandhuber, un productor rural de 32 años que había extraviado su alianza en noviembre del año pasado mientras trabajaba con sus 60 vacas en el establo. Pese a haberla buscado incluso con detector de metales, no logró dar con la joya y terminó comprando un anillo de reemplazo.
El giro inesperado llegó cuando Arthur Rohzetzer, un carnicero de la localidad de Pleiting, a unos 30 kilómetros de la granja, halló el anillo mientras realizaba la faena tradicional del animal. La vaca en cuestión, llamada “Herzal” (corazoncito en dialecto bávaro), había pasado por el establecimiento de Brandhuber meses atrás.
El hallazgo fue completamente fortuito: el contenido del estómago de una vaca puede pesar hasta 60 kilos, y la acidez gástrica había corroído parte del metal, volviendo casi ilegible la inscripción del anillo. Aun así, Rohzetzer logró contactar al padre del granjero, quien reconoció de inmediato la pieza.
Como muestra de gratitud, Brandhuber le llevó al carnicero una canasta con cerveza artesanal Augustiner, una de las más tradicionales de Múnich.
Con información de AFP
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