Rusia acusó a Ucrania de un ataque que dejó 18 muertos este sábado en Belgorod, el más mortífero para la población civil en territorio ruso desde el inicio del conflicto, en febrero de 2022.

El ataque llega un día después de que bombardeos masivos dejaran 39 muertos en Ucrania.

“En Belgorod, el número de muertos sube a 18 personas y 111 que resultaron heridas”, indicó el ministerio ruso de Situaciones de Emergencia, en el último balance comunicado el sábado por la noche en Telegram.

“Hemos asistido a las peores consecuencias de los bombardeos del ejército ucraniano en los dos últimos años”, lamentó el gobernador de la región, Viatcheslav Gladkov.

La imágenes publicadas en línea muestran automóviles en llamas, edificios con ventanas rotas y columnas de humo negro en la ciudad. 

Ucrania lleva a cabo regularmente ataques en Rusia, particularmente en las regiones más cercanas a su territorio, pero el número de víctimas es generalmente mucho menor. 

Tras el ataque, Rusia solicitó una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, que se celebró este sábado a las 18:00 (hora de Uruguay).

El ministerio de Defensa aseguró que este ataque no quedará “impune” y el de Relaciones Exteriores acusó a Kiev de atacar “de manera deliberada aquellos lugares donde se concentran los civiles”.

Las fuerzas rusas lograron interceptar dos misiles y “la mayoría” de los cohetes lanzados contra la ciudad, añadió el ministerio, lo que evitó un número de muertos “infinitamente más grave”. Sin embargo, varios cohetes y restos de misiles cayeron sobre Belgorod. 

El presidente ruso, Vladimir Putin, fue “informado” de este ataque a “barrios residenciales”, afirmó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, según agencias rusas. 

Ucrania aún no ha reaccionado a las acusaciones rusas por el bombardeo del sábado. 

Putin y su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski, pronunciarán el domingo sus respectivos discursos de fin de año.

Por otra parte, una persona murió y otras diez resultaron heridas debido a un bombardeo en Donetsk, una de las principales ciudades del este de Ucrania bajo control de rebeldes prorrusos desde 2014 y anexionada por Moscú el año pasado, indicaron las autoridades locales. 

Cadáveres en los escombros

Ucrania seguía contando sus muertos el sábado, tras los intensos bombardeos del día anterior en varias ciudades, incluida la capital. 

La ola de ataques, una de las más violentas desde el inicio de la guerra hace casi dos años, tuvo como objetivo edificios, una sala de maternidad e incluso un centro comercial, pero también infraestructuras industriales y militares. 

Zelenski anunció el sábado que “por el momento, 39 personas han muerto desgraciadamente” en todo el país, y añadió que un centenar de personas resultaron heridas. 

“Cerca de 120 ciudades y pueblos se han visto afectados”, declaró, y añadió que continuaban las operaciones de búsqueda.

Solo en Kiev, al menos 16 personas murieron el viernes, según la administración local.

El sábado se seguían sacando cadáveres de entre los escombros en la capital, donde los bombardeos mortales habían disminuido en los últimos meses.

Este ataque fue “el mayor en términos de víctimas civiles”, declaró el sábado el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, que declaró el 1 de enero como un “día de luto”. 

Según el portavoz de la Fuerza Aérea, Yuri Ignat, se trata del “ataque con misiles más masivo” del conflicto, sin contar los primeros días de la guerra.

Moscú efectuó nuevos bombardeos el sábado en territorio ucraniano, provocando tres muertos en las regiones de Jersón, Zaporiyia y Chernígov y 20 heridos en la ciudad de Járkov (nordeste), incluido un británico, asesor de seguridad de un grupo de periodistas alemanes, según el fiscal general ucraniano.

La ayuda se agota

Ucrania termina un año difícil, marcado por el fracaso de su contraofensiva y un resurgimiento de las fuerzas de Moscú, que esta semana reivindicaron la captura de la ciudad de Marinka en el frente oriental.

Esta noticia resulta preocupante para Kiev en la medida en que la ayuda occidental comienza a perder fuerz, tanto desde Europa como Estados Unidos, lo que aumenta el riesgo de que se agote el flujo de municiones y fondos. 

El sábado, Zelenski lanzó un nuevo llamamiento a sus aliados, asegurando que armar a Ucrania es “una manera de proteger vidas”.

“Cada manifestación del terror ruso demuestra que no podemos esperar para brindar asistencia a quienes están luchando”, argumentó.

AFP