Su dueña, una mujer china, en los últimos meses las dos protuberancias de su mascota se transformaron en una especie de alerones peludos muy similares a las alas de un ave.

El gato de Feng, tal el nombre de la anciana, desarrolló dos increíbles alas de casi 40 centímetros de largo. Los expertos aseguran que se trata de una mutación genética que no impedirá que el gato lleve una vida normal.

Según su dueña, las alas le comenzaron a nacer en cuanto el felino empezó a ser acechado por las gatas del vecindario. "Al inicio eran sólo dos chichones, pero luego empezaron a crecer rápidamente, y después de un mes ya eran dos enormes alas", aseguró la anciana en entrevista al diario Huashang News

(En base a Agencias)