El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró este lunes que “no descarta ninguna opción” frente a la situación en Venezuela al ser consultado sobre una posible intervención militar. Las declaraciones se dieron durante un evento en el Despacho Oval, donde el mandatario subrayó que, a su juicio, Washington “tiene que encargarse de Venezuela”, sin ofrecer más detalles sobre eventuales acciones.

En paralelo, Trump afirmó estar abierto a conversar con Nicolás Maduro, un gesto que contrasta con etapas anteriores de la política estadounidense, cuando la vía diplomática había sido prácticamente descartada. Esta combinación —mano dura, retórica y disposición al diálogo— refleja la evolución de la estrategia de la Casa Blanca hacia Caracas, marcada históricamente por sanciones económicas y presiones multilaterales.

Un mensaje con impacto hemisférico

Las declaraciones vuelven a poner en foco la política estadounidense hacia América Latina, especialmente en un momento en que Venezuela atraviesa un prolongado deterioro institucional, una crisis humanitaria y tensiones geopolíticas que involucran a actores como China y Rusia.

Para la región, la afirmación de que todas las opciones siguen sobre la mesa revive temores de escalada militar, pero también abre la posibilidad de un eventual canal diplomático que contribuya a descomprimir el conflicto interno venezolano.

Con información de EFE.