El empresario Gonzalo Aguiar, asesinado por su expareja Romina Camejo en su casa de Punta del Este (Maldonado), fue demandado por inversores canadienses por presunta malversación de fondos y fraude. 

Los ejecutivos fueron el sostén de Aguiar para instalar la compañía Boreal en Salto, una empresa del rubro del cannabis medicinal. El empresario llevaba una vida lujosa, con autos de alta gama y había comprado La Maison, por la que pagó alrededor de US$ 4 millones.

Quienes conocían a Aguiar presumían que ya se había gastado gran parte del dinero obtenido de la presunta estafa. Incluso, el empresario había vendido algunos bienes con el fin de obtener un poco más de liquidez. 

Al bajar la cortina de Boreal, el ahora fallecido estaba viviendo de otras inversiones que tenía, pero que estaban alejadas del rubro del cannabis, al que se había dedicado buena parte de su vida cuando emigró a Canadá. 

Sin embargo, hace algunos meses Aguiar había comprado un campo en el interior del país y ya estaba realizando los trámites para obtener la habilitación correspondiente para plantar marihuana. 

Los planes del empresario eran entrar en la lista de proveedores de marihuana para uso recreativo, según dijeron las fuentes. Aguiar tenía varias empresas a su nombre, pero, por otra parte, estaba tramitando la habilitación no con su nombre, sino con una sociedad anónima. 

Violencia 

Camejo declaró ante la Fiscalía que su expareja tenía indicios de ser una persona violenta. Incluso, la mujer siempre lo comparó con “Pablo Escobar” por el tipo de vida que llevaba, ya que estaba siempre armado y rodeado de seguridad personal. 

Uno de los hechos de violencia a los que se refiere Camejo se remonta al día en el que dio a luz a la bebé de ambos. Aguiar la habría intentado agredir y ella se lo habría dicho a su familia, según fuentes allegadas.