El expresidente Jair Bolsonaro recibió este miércoles un inesperado respiro en el juicio por conspiración golpista que enfrenta en la Corte Suprema de Brasil. El juez Luiz Fux, miembro de la Primera Sala del tribunal, se pronunció por la “incompetencia absoluta” de esa corte para juzgar el caso y solicitó la anulación de todo el proceso.

Se trata del tercer voto emitido entre los cinco magistrados que integran la sala. Hasta ahora, el relator del caso, Alexandre de Moraes, y el juez Flávio Dino se habían manifestado a favor de la culpabilidad de Bolsonaro y otros siete acusados. Fux, en cambio, coincidió con los argumentos de la defensa: sostiene que el Supremo solo puede juzgar a expresidentes por delitos cometidos durante su mandato, no después de dejar el cargo.

Según el magistrado, los hechos del 8 de enero de 2023 —cuando miles de simpatizantes bolsonaristas asaltaron las sedes de los tres poderes en Brasilia— ocurrieron una semana después de la investidura de Luiz Inácio Lula da Silva y, por lo tanto, fuera del alcance jurisdiccional de la corte.

“Al contrario del Legislativo o el Ejecutivo, no compete a esta corte hacer un juicio político”, afirmó Fux, al insistir en que un proceso de esta naturaleza debería iniciarse en la Justicia de primera instancia.

Tanto la Fiscalía como los jueces que ya se pronunciaron en sentido contrario defienden que la trama golpista comenzó en junio de 2021, cuando Bolsonaro aún estaba en la Presidencia, a través de ataques sistemáticos contra las instituciones. En esa lectura, los sucesos de enero de 2023 serían el desenlace de una conspiración gestada desde el poder.

El fallo definitivo aún depende de los votos de los dos magistrados restantes. Lo que está en juego no es solo la responsabilidad penal de Bolsonaro, sino también la definición de los límites de competencia del Supremo en procesos que involucran a expresidentes.

Con información de Agencias.