Luego de una sorpresivamente breve ausencia, la elefanta marina Francisca volvió a las aguas de Piriápolis el miércoles y, según explicó Richard Tesore, responsable de SOS Rescate Fauna Marina, su comportamiento plantea desafíos particulares.

Nacida el 21 de octubre en plena playa del balneario —un hecho inédito para Maldonado—, la cría ya cumplió más de un mes en la zona y se ha convertido en un fenómeno turístico que atrae visitantes “de todo el mundo”.

En diálogo con Montevideo Portal, Tesore sostuvo que Francisca “nació fuera de su medio” y que su presencia en Piriápolis “probablemente” responde a transformaciones ambientales en el sur del continente, principalmente las secuelas de la gripe aviar, la prospección petrolera en áreas de reproducción y la sobreexplotación de recursos que obliga a los animales a desplazarse. De acuerdo con eso, explicó que desde entonces “han aparecido decenas de elefantes marinos en la costa”.

El especialista agregó que este proceso no será aislado. “Vendrán más”, afirmó, y señaló que los cambios en el hábitat empujan a estos animales a buscar nuevas zonas para parir. En el caso de Francisca, esa búsqueda terminó en una playa urbana, rodeada de personas, ruido y actividad portuaria.

Que la cría haya salido de la arena y permanezca ahora moviéndose entre el puerto y la Prefectura —sin volver a recostarse en la playa— significó cierto alivio para el equipo. “Era un desafío sostener el perímetro cerrado y evitar que la gente se acercara. Así se nos formó un personaje ”, dijo Tesore. El fenómeno viral atrajo a vecinos, turistas y curiosos que “vienen de todos lados a verla”.

Aun así, el nuevo escenario presenta otras preocupaciones. La operativa portuaria y el tránsito de barcos implican riesgos, aunque Tesore destacó la colaboración de la Administración Nacional de Puertos. “La jefa del puerto es la primera en llamarme para coordinar. Hoy domingo, a las 7 de la mañana, me llamó para organizar el día de Francisca”, relató.

Otro frente de alerta es la interacción directa con objetos y residuos. Tesore contó que este domingo debió retirarle una bolsita de plástico de la boca y que la cría también jugaba con una botella de vidrio. “Es un cachorro, juega con todo”, señaló. El equipo prepara una publicación para mostrar estas situaciones y subrayar la importancia de mantener las playas limpias.

Pero la mayor preocupación es el comportamiento social de la elefanta marina. Según Tesore, Francisca se acerca demasiado a las personas. “Nació entre la gente, entre el ruido, y se ha acostumbrado. Para ella es normal”, explicó. Por ese motivo, cuando se colocan vallas para mantener la distancia recomendada, es la propia Francisca la que se acerca al público y “no sabe de distancias recomendadas”, dijo.

Sobre su permanencia en la zona, Tesore afirmó que “por lo que se ve hoy, se va a quedar un tiempo más, lamentablemente para ella”. La adaptación que desarrolló desde su nacimiento implica que Francisca todavía depende del entorno familiar que encontró en Piriápolis, incluso si ese entorno no es ideal.