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Scelza: "Si Tenfield le diera la espalda al fútbol, sería muy difícil concebirlo"

El comentarista, que sacó un libro que repasa 10 años de entrevistas en Fanáticos, analiza el fútbol uruguayo y algo más.

09.01.2020 08:19

Lectura: 27'

2020-01-09T08:19:00-03:00
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Por César Bianchi
@Chechobianchi

Fotos: Juan Manuel López


Dice que a los 56 años conserva los mismos valores de cuando era un pibe que tomaba vino cortado en la vereda del barrio Sur, y hacía sus primeros pinos en la radio. Comenzó a relatar y comentar fútbol antes de terminar el liceo bajo el padrinazgo de Víctor Hugo Morales, y "de casualidad" abrazó una carrera que se transformó en vocación. Juan Carlos Scelza acaba de sacar un libro (Fanáticos. Diez años) que repasa anécdotas, vivencias y el detrás de escena de las mejores de sus 520 entrevistas en una década con producción de Tenfield en VTV.

En esta charla, en un café céntrico, Scelza aprovechó a revelar cuáles son las tres entrevistas que recuerda con más cariño, el estadio que más lo deslumbró y las ciudades que respiran fútbol a nivel mundial. También analizó los bemoles del fútbol de entrecasa y sus divisiones -las ve en todos los ámbitos-, que no permiten una solución a corto plazo. Respecto a la propia transmisión del fútbol, sostiene que no extraña las notas a los jugadores tras los partidos ni la entrevista exclusiva con el técnico de la selección en las Eliminatorias. Cree que Alberto Sonsol todavía transita un "período de adaptación" al relato de fútbol por TV.

Y dice que el movimiento Más Unidos Que Nunca todavía tiene que demostrar que llegó para dignificar al futbolista y dividir mejor los ingresos que entrar a este deporte/negocio.

-¿Sos un futbolista frustrado?

-No, no... Hice baby fútbol, jugué en el Enrique López, de acá de Ejido y la rambla, y antes en el Soriano, de Maldonado y Ejido, y después hice un año en el Miguelito Siré, que ya no existe. Y picados en el liceo. Nunca hice inferiores en ningún club. Me gustaba jugar de 9, pero nunca me destaqué.

-¿En qué momento y a qué edad te diste cuenta que querías ser periodista deportivo?

-De casualidad. Si no fuera por una casualidad, no lo hacía. Me gustaba el fútbol, escuchaba algunas cosas, pero no era la idea hacer periodismo deportivo. Yo iba a ser médico. Terminé bachillerato para entrar en la Facultad de Medicina, pero ya a esa altura estaba trabajando, estaba en (radio) Oriental, y ya me gustaba esto, me atrapaba bastante. Después que descubrí esto, me fascinó y no lo cambio por nada.

-Empezaste en Oriental siendo un adolescente...

Arranqué en Oriental el 7 de setiembre del 80, con 16 años. Estaba en el Elbio Fernández, en quinto de liceo. Arranqué relatando un clásico de Tercera y Víctor Hugo (Morales) nos presentó como "Los Pibes de Víctor Hugo". Y al otro día, un lunes, arranqué en Hora 25.

-Has dicho que tu carrera comenzó con un grabador que te regalaron, un grupo de amigos y una prueba de relato en el medio de la tribuna. Apenas te logré sacar que fuiste a ver a uno de los grandes. A esta altura de tu vida, ¿seguís pensando que no es conveniente revelar de qué equipo sos?

-Es una opción propia. Es tan válido decirlo, como no decirlo. Como es tan válido, del otro lado, ponerle suspicacia o no a cada cosa que uno dice. Yo no me autocondiciono. En el entorno deportivo durante mucho tiempo no te aceptaban que si vos hacías fútbol pudieras hablar o saber de otros deportes, o si relataras, además comentaras. Hoy, por suerte, eso ha cambiado y hay varios colegas que saben y hablan de más de un deporte. Respecto a decirlo o no, hoy soy sábado bolso y domingo manya, o al revés. Como la gente lo quiera tomar.

-En enero de 2015 te entrevisté a propósito de la salida de tu libro 100% Fanáticos que reunía lo mejor de las entrevistas de tu programa Fanáticos en VTV. Pero ahora acabás de lanzar Fanáticos-Diez años. ¿Por qué? ¿Qué agrega?

-En el otro eran notas. Se dedicaba mucho a las entrevistas, con una pequeña introducción mía. Acá se rescatan cosas de las entrevistas que fueron elegidas, pero hay vivencias, con capítulos dedicados a los estadios, a las ciudades, a los clubes, todas están condimentadas por anécdotas, vivencias, un plato de comida, un recorrido que hicimos, las costumbres de cada viaje, voy marcando lo que fueron los 10 años. Voy desde la concepción del programa a momentos del programa, a viajes que me marcaron más, a lugares que recuerdo con más cariño porque me marcaron por algo.

"Cuando Pelé se está sacando el solapero, me dice: 'Se queda a almorzar, ¿no? Siéntese al lado mío. Usted sabe de lo que habla'. Así que la de Pelé me quedó. También rescato la entrevista al portugués Eusebio y a Gerrard, en el Liverpool inglés"

-Realizaste centenares de entrevistas a futbolistas y entrenadores. Han sido 520 programas en una década. ¿Cuáles fueron las mejores tres y por qué?

-Uhh... Yo creo que va mucho en el personaje al que llegaste y lo que te haya marcado, sumado a lo subjetivo que puedas tener. La de Pelé la disfruté mucho, pero porque era Pelé, más allá de que ya lo había entrevistado en un Mundial, en otro tipo de nota. Pero la forma en la que se dio, la preselección que se dio (eligieron a cinco medios previo a la Copa de la Confederaciones para que fuéramos a hacer la nota), después fui a almorzar con él... Quizás suene soberbio lo que te voy a decir, pero yo estaba en cuarto lugar y vos veías lo que pasaba en las otras notas. Fue un chileno, después un español, después un argentino y después nosotros. Había un set montado -auspiciado por banco Santander- y solo tenías que poner rec y empezar la nota. Yo arranqué hablando de fútbol, del 66, del 70, de los mundiales, de los partidos, y noté que él estaba cómodo, que recordaba. Y cuando terminó la nota -era media hora-, él llamó a su hija, que le hacía la prensa, y le dijo que trajera un libro. Es un libro que tengo autografiado, de tapa dura, que es la vida de Pelé en fotos. Precioso. Y trajo una camiseta. Y cuando se está sacando el solapero, me dice: "Se queda a almorzar, ¿no? Siéntese al lado mío. Usted sabe de lo que habla". Así que la de Pelé me quedó...

Después rescato la de Eusebio, por lo que fue, me queda una de (Steve) Gerrard, por cómo se concibió la nota, porque es un fenómeno, ahí la gestión de (Luis) Suárez en el Liverpool fue muy importante.

-¿Alguno te decepcionó en el mano a mano?

-No... Nos pasó con (Julio) Salinas, que jugó dos mundiales, era goleador de España. Jugó en el Barcelona. Lo que nos pasó con él fue que dio en sí cuando lo llamó la producción desde Montevideo, volvió a dar el sí cuando lo contactaron en Barcelona, íbamos al otro día para hacer la nota, y en ese momento, él dice: "Bueno, yo la haría, pero... ¿cuánto hay?". No juzgo que haya querido cobrarnos la nota, pero no nos dijo nada la primera vez que lo contactamos, ni la segunda, ni la tercera. Cuando llegamos a la nota nos dice eso... Nunca llegamos a saber cuánto quería cobrar o no, porque ahí el productor me miró y me dijo "olvidate". No nos gustó la forma.

-Le dedicás varias páginas a tu visita a los estadios. ¿Cuáles fueron los que más te deslumbraron?

-El más lindo que visité fue el del Shalke 04 de Alemania en Gelsenkirchen. Vos llegás y estás llegando a un shopping. Queda concebido afuera, lo ves de todos lados, está en una parte alta, lo ves de afuera y te deslumbra. Después por la infraestructura que tiene. Vos llegás y afuera ves una cancha, yo pensaba que era la cancha auxiliar, cuando me hacen entrar e ingreso, lo que hay es cemento y rieles. Y en lo que sería la Amsterdam hay cuatro columnas que tiene un movimiento hidráulico, que permite que esa cancha que estaba afuera, durante una hora y cuarenta minutos se meta entre las cuatro tribunas y quede instalada para jugar el partido. Eso le permite hacer cualquier tipo de espectáculo, poner cualquier tipo de piso, pero además que tome luz natural y se pueda cuidar mejor el césped cuando no hay competencia. Los vestuarios son magníficos, los camarines de los músicos son impresionantes. Y por si fuera poco tenés toda la cañería que va desde la central cervecera al despacho de la cerveza por debajo de la tribuna, tienen una línea abierta porque es el estadio donde se vende más cerveza. Te deslumbraba por todo.

"Tenfield quizás tuvo la culpa de no comunicar muchas cosas que se hacen bien, no se tuvieron en cuenta de la misma manera que las malas. Además de una división que se hizo hace 20 años. No creo que todos los buenos estén de un lado y los malos del otro"

Lo más parecido que vi fue uno de los estadios de Japón y Corea en 2002. Es el lugar y el concepto. Yo había visto el Allianz Arena en 2006 y era parecido. El tema es que cuando vas a visitar el estadio del Ajax, el del Real Madrid o el de Barcelona ya vas con una expectativa. Y acá yo fui a conocerlo porque había visto un partido del Mundial donde Argentina le hizo seis a Serbia y Montenegro en el Mundial del 2006, pero recorrerlo de esa manera fue brillante.

-Hace unos años en nota con Sábado Show dijiste: "Yo soy Tenfield. Me siento Tenfield y estoy orgulloso de serlo". Primero quiero preguntarte qué es lo que te enorgullece.

-Me enorgullece que haya 500 familias que puedan vivir o estén ligadas a esa empresa. Me parece que es una empresa que si le diera la espalda al fútbol, sería muy difícil que el fútbol uruguayo se concibiera. Yo estoy muy orgulloso de los 10 años en canal 4, los 15 en canal 10 y los 16 en Estadio Uno como estoy orgulloso de estar en radio Oriental hace 12 años, pero esa frase llamó mucho la atención porque era yo y porque era Tenfield.

-¿Crees que hay una lupa especial sobre Tenfield y no se mira igual a otras empresas televisivas vinculadas al fútbol?

-Sí, por supuesto que sí.

-¿Y Tenfield pudo haber tenido algo que ver con esto, por algunos episodios puntuales?

-Sí, seguro, por algunos episodios, y también quizás tuvo la culpa de no comunicar muchas cosas que se hacen bien. Se han hecho cosas buenas y quizás no se comunicaron, entonces no se tuvieron en cuenta de la misma manera que las malas. Además de una división que se hizo hace 20 años cuando arrancó. Yo no creo que todos los buenos estén de un lado y los malos del otro. Hay buenos, malos, regulares, pésimos y excelentes en todos lados, ha de haber aciertos y errores en todas las empresas. Creo que la sombra que hay sobre Tenfield nace desde su concepción, porque nace dirigida por jugadores de fútbol. Ahora, a los futbolistas se los endiosa. En aquel momento era: "Mirá, los jugadores quieren mandar en el fútbol uruguayo y en la TV". Como si estuviera mal que salieran de la cancha y progresaran. Yo nunca lo pensé así. Es un poco lo que te decía de los periodistas: ¿por qué no podés pintar un cuadro, saber de fútbol y tocar el violín? Si se hacés las tres cosas bien, bienvenido sea, y que no te encasillen. Bueno, eran jugadores de fútbol que progresaron.

Y después, el tema de (Francisco) Casal. Era Casal, que tenía mucho vínculo con los jugadores y con los dirigentes, y que quedaba con la posibilidad de tener cadenas televisivas o comprar los derechos de televisación del fútbol. Eso también generaba, me parece, alguna cosa distinta. Creo que por ahí está la base de la división.

-¿Cuán pendiente está Paco Casal de lo que pasa en Tenfield?

-Ah, no tengo ni idea. Yo puedo hablar por mí: la gente piensa que yo me despierto y el primer llamado que tengo en el celular es de Casal, que me dice lo que tengo que decir y cómo tengo que defender a Tenfield, que diga en una entrevista que estoy orgulloso de trabajar ahí y que me va a pagar más... y yo creo que ni debe haber leído eso. A Casal lo he visto en velorios, en el cumpleaños de 15 de la hija que tuvo la deferencia de invitarme, y nada más. No lo veo, no sé si está acá o no. Y lo mismo te digo de (Nelson Daniel) Gutiérrez. Yo me llevo notable con las hijas, y las tres son productoras de Tenfield, las veo a diario, pero al Tano no lo veo.

-Fox Sports cerró sus puertas en Uruguay, y quedaron muchos comunicadores y técnicos sin empleo. ¿Qué lectura hacés de esto?

-El lamento por los seres humanos y los profesionales. Yo quiero que todo el mundo labure. Me encantaría que Fox Sports siguiera acá, primero por la gente, la que está delante y detrás de cámaras. Después, lo demás, según lo que me he interiorizado producto de muchachos que trabajaron ahí, hay todo un tema que es empresarial y comercial que hace que Fox esté cerrando sus puertas en distintas partes de América. Pero por más que sepas que eso se puede venir, sacude y genera lamento.

Ahora, si cuando vino abrís los brazos y aplaudís, también tenés que entender que se pueden ir. A mí me pasó hace dos años, porque Gol TV salía desde acá, y ahora sale desde Perú. Yo hacía 30 partidos por mes, acá se veían por Gol TV, de distintas ligas: eran campeonato alemán, segunda de Italia, Copa Italia, partidos de Grecia, Turquía, de la liga rusa o de Suecia.

-Te lo preguntaba porque en la anterior entrevista que te hice para este espacio, decías que no entendías que se pusiera la misma lupa sobre Tenfield que sobre Fox Sports, que no se las medía con la misma vara, cuando eran competencia.

-Claro, pero te lo dije por la repercusión que habían tenido, porque esto que te estoy diciendo de Gol TV también pasa exactamente lo mismo. No hubo una persona que llamara a alguien de Gol TV -y estoy hablando de 30 y pico de profesionales que perdieron el empleo-, aunque sea para solidarizarse o saber qué pasó, por qué Gol TV se fue de Uruguay. Tampoco cuando Gol TV llegó. Mirá que le abrió las puertas a mucha gente, andá y recorré los canales y no sé quién no pasó por Gol TV o quién no relató en Gol TV, que hacía cuatro partidos por día. A lo que voy: cuando los dos llegaron -Gol TV y Fox Sports-, hubo toda una aureola sobre Fox y repercusión mediática, y está bien, pero no la hubo sobre la llegada de Gol TV que venía de Estados Unidos para salir desde acá. Tampoco hubo repercusiones cuando se fue.

-¿Ha perdido poderío Tenfield, a raíz de los derechos que recuperó la AUF a nivel de partidos internacionales de la selección? ¿No es sano que la AUF haya recuperado derechos?

-No creo que sea más sano o insano. No era insano que los tuviera Tenfield, no es insano que lo tenga otro. Cuando quisieron sacarle el monopolio a Tenfield, cada vez que fueron a una licitación, el que ponía la plata era Tenfield. Y esto lo digo no porque trabaje ahí. En esto de los derechos es muy fácil... Los periodistas queremos jugar a los derechos. Y es fácil: tiene los derechos Tenfield, comento; no tiene los derechos Tenfield, lo miro nomás; tiene los derechos Tenfield, hago la cobertura, no los tiene, yo como periodista peleo para cubrirlo igual. Cubrir el evento y hacer otras cosas. Punto y aparte.

Yo en el 87 fui a la Copa América de Argentina, la primera que se pagaban los derechos televisivos, y tenía Oriental y canal 4 los derechos, y yo estaba en Oriental y canal 4, o sea que yo estaba beneficiado por ello. Yo era relator suplente, hicimos toda una cobertura y los demás no pudieron ni ir a relatar la competencia. Pero después me tocaron mundiales, donde yo hacía la Eliminatoria con Tenfield, y no participaba ni teníamos los mundiales. Y vos no sos menos periodista ni tu empresa es mejor o peor por tener los derechos o no.

Pero sacando esto, te digo: cuando hubo otros oferentes, si vos repasás, el que termina poniendo el dinero y termina arreglando, termina siendo Tenfield. Después es: "Va a venir Fulano", "esto vale tanto", "el estudio dice que"... todo bárbaro, pero a la hora de la realidad, la oferta que termina quedándose con los derechos es la de Tenfield. Lo digo simplemente como un ciudadano más.

-Entre otras cosas, se terminaron las notas del mejor jugador de la cancha con Tenfield al terminar los partidos del fútbol doméstico (y con eso se terminó el Jugador Yumbo), y vos ya no pudiste hacerle la entrevista a Tabárez tras los partidos de la selección. ¿Extrañás estos dos momentos: entrevistar al mejor jugador de cada fin de semana, y el mano a mano con Tabárez tras los partidos de Eliminatorias?

-No. No los extraño, ni hacen a la transmisión. A mí me encanta charlar con Tabárez, porque me encanta hacerlo, pero ahora tiene otros los derechos de los partidos, y todo bien. Es lo que te decía: no tengo los derechos, y no pasa nada. Me encantaba charlar con Tabárez después de los partidos, como en su momento con (Daniel) Pasarella, con (Víctor) Púa, con (Jorge) Fossatti, con (Juan Ramón) Carrasco, con todo lo que pasaron. Pero no me hace más periodista hacer esa nota, ni menos no poder hacerla porque la cadena no tiene los derechos.

Acá se esperó con expectativa ver qué hacía Tabárez en el primer partido posterior a aquella determinación de los jugadores de no hablar con la empresa, por aquel tema de Más Unidos (Que Nunca) y la Mutual, ligado a la selección, y él acompañó la medida. Y todo bien, tenía todo el derecho. Lo que tenemos que tener en cuenta es -y hablo desde el punto de vista periodístico, no de la transmisión- que si el jugador habla, aporta, y me parece bárbaro, si el técnico habla, aporta, y me parece bárbaro, pero si no hablan, el periodista tiene que abocarse a la transmisión. Te lo digo porque en 40 años me tocó estar en radios que no hablaban con Fulano o ese Fulano que no hablaba con tal medio, y yo nunca dejé de hacer ningún programa. A vos que te gusta el periodismo escrito, yo llegué a ver equipos de fútbol que estaban contra un diario por una crítica y no pasaban con los fotógrafos de ese diario, pero el diario no dejó de vender diarios. Entonces, yo respeto todo, tenés un plus si tenés la palabra de los protagonistas, pero eso no hace que la gente te deje de ver y no debe condicionar tu periodismo.

-¿Qué perdió la transmisión del fútbol con la salida de Rodrigo Romano? Fue tu compañero durante 20 años.

-Pierde con Romano lo que Romano aportaba. Rodrigo tenía su impronta, había pasado los filtros que tenía que pasar. Acostumbró el oído, porque al principio me paraban en la calle y me decían: "¿Qué dice ese muchacho? ¿Qué es limón y frutilla?" o me decían que era muy (Marcelo) Araujo, que tenía un estilo muy argentino. Primero tuvo que acostumbrar a la gente, después vino el gusto, y después bueno, en 20 años nos entendíamos de memoria...

"No era insano que los derechos los tuviera Tenfield, no es insano que ahora algunos derechos los tenga otro (la AUF). Cuando quisieron sacarle el monopolio a Tenfield, cada vez que fueron a una licitación, el que ponía la plata era Tenfield"

-¿Y qué le suma Alberto Sonsol a la transmisión de los partidos?

-Alberto tiene una personalidad muy especial, te lo lleva muy arriba en el ritmo... y también está pasando un poco por lo que pasó Rodrigo: la costumbre del televidente, y está en el período de adaptación de pasar del relato de básquetbol al relato de fútbol (él lo sabe, porque es inteligente). Y en mecanismos que televisivamente muchas veces son distintos, porque son deportes distintos. Creo que está en un período de adaptación como lo tuvo Rodrigo, y lo va a sortear. Uno no toma noción del tiempo hasta que no te detenés un segundo. Fueron 20 años con Romano, hay toda una generación que hoy anda por los 30 años, que piensa en fútbol por televisión y piensa en Romano-Scelza. Eso pesa, pesa para todos.

-¿Qué evaluación hacés del movimiento Más Unidos Que Nunca y sus logros? Porque ahora tienen un miembro en el Ejecutivo de la AUF...

-Yo creo que enfilaron hacia eso, y empezaron a lograr cosas. Buscaban quedar en la Mutual y lo lograron, hacer un movimiento y sacar a la otra directiva, y después lograron con los grupos de interés generar dentro del congreso que tiene la AUF una ascendencia que le permite tener votos y tener posición ahí. Eso lo alcanzaron.

-Ellos hablaban de dignificar al futbolista, dividir mejor los ingresos del fútbol en todos los estamentos...

-Y eso tendrán que hacerlo. No veo que todo se haya equiparado y todo esté mejor distribuido. Es como todo: Lacalle Pou no podrá cambiar toda la realidad del país con solo ponerse la banda presidencial el 1° de marzo. Y esto es lo mismo. Yo quiero ver qué pasa. Es más, no sé en qué quedó el tema interno, lo que estaba a estudio del Ministerio (de Educación y Cultura), de todo lo que se decía de la directiva anterior de (Enrique) Saravia, son temas que nunca quedaron aclarados. Yo creo que de afuera todo se ve diferente.

Creo que hay una gran diferencia entre una idea y un proyecto. Nosotros podemos tener la idea de poner un negocio en aquella esquina, la idea es buena porque es una buena esquina para abrir un negocio, pero después dame el proyecto. Vení la semana que viene y traeme una carpeta que diga: "Para esto se necesita tanto personal, tanto presupuesto, tales costos, el terreno vale tanto, lleva tanto tiempo". Yo he visto un montón de ideas que se tiraron, pero ahora deberán ponerlas en práctica. Igual creo que los enfrentamientos no conducen a nada y sin diálogo no solucionamos nada. Lo que veo del fútbol uruguayo todo es una gran división: Mutual, no Mutual, dirigentes por un lado, dirigentes por otro, televisión por un lado, televisión por otro, a nivel periodístico, también está dividido... Vos podés tener distintos puntos de vista, podemos no estar de acuerdo, pero si no tenés un objetivo común, no va bien.

Soy uno de los convencidos que arreglar el fútbol no es solo un tema de plata. Vos podés poner más o menos plata, pero los campeonatos no los arreglás solo con plata. Y no con plata hacés que los clubes chicos vendan 10.000 entradas cuando tienen 400 hinchas. O van 400 a verlos. El pienso se lo tenés que poner, yo creo que acá hay mucha carencia de ideas.

-Hace poco vivimos un nuevo episodio de violencia en el fútbol, aunque en realidad la muerte del hincha de Nacional por un sicario mandatado por un barra de Peñarol desde la cárcel se dio en la calle, lejos del estadio. ¿Hemos avanzado en algo para luchar contra la violencia en el deporte?

-Han hecho intentos. Todos éramos conscientes hasta que vino este tema que en los estadios, en los partidos importantes, ya no había violencia. El último partido con violencia fue el clásico de la garrafa. Recordemos que hubo un anuncio previo de que ese partido no se iba a jugar. Lo dijo el presidente de la República, Tabaré Vázquez, que estaba en España. Yo me fui a las 8 de la mañana de mi casa y todas las versiones eran: "Difícilmente el partido se juegue". Se sabía que iba a pasar algo porque estaba digitado por algunos hinchas de antemano. Y ahora pasó algo similar. Ese es el vínculo que creo que no se ha cortado.

-El del fútbol con delincuentes que están presos...

-Claro, y que tienen que ver con el fútbol, que tienen que ver con las barras, y se juntan en ese momento. Y termina siendo esta barbarie del 15 de diciembre...

-¿Y qué falta para evitar crímenes como éstos? Crímenes que no se dan en otros deportes o por otros motivos, sino que el disparador es el fútbol, el odio a la camiseta rival. Como también pasó con el ataque de hinchas de Nacional a hinchas aurinegros que festejaban el cumpleaños del club en Santa Lucía.

-Primero saber dónde está el fuerte vínculo, porque si bien está vinculado al fútbol, también son facturas que se pasan de otros temas como las drogas, y muchas veces facturas internas dentro de la misma barra. Y también pasa muchas veces, en la delincuencia, que matar a otro es una medalla, una cocarda, te da fortaleza frente a los demás. Yo digo algo: yo ahora estoy charlando contigo y no tengo un revólver, y vos tampoco. Si vos los sábados y los domingos andás con un revólver o si los fines de semana (en la cancha) en lugar de mirar el partido estás vendiendo merca, difícilmente me digas que de lunes a viernes sos oficinista. No es que los fines de semana se ponen la capa de barrabrava y delincuente y de lunes a viernes son sacerdotes. Entonces, va por ahí, vienen acompañados de una cantidad de cosas, y otras que pasan por el cuadro de fútbol.

"MUQN buscaba quedar en la Mutual y lo lograron, sacar a la otra directiva, y lograron con los grupos de interés generar en la AUF una ascendencia que le permite tener votos y posición ahí. Lo de dignificar al futbolista tendrán que hacerlo"

Claro que hay facturas entre las barras y la ascendencia que cada uno pueda tener, pero a ver: Fulanito de Tal iba caminando por tal barrio y le tiraron dos balazos por la espalda. ¿Por qué? Ajustes de cuenta, venta de pasta base... Y esto es muy parecido. Lo que más asco te da de todo esto es que, además, haya alguien que paga, que manda y presiona para que eso pase. No es que el matador tenía un desequilibrio mental. Uno ha tenido la suerte de viajar y estas cosas te las comentaban en otros países, pero vos mirabas y decías: "¿Cómo me podés decir que por 100 dólares hacen desaparecer a cualquiera?". Y hoy lo tenés a la vuelta de la esquina.

-Volvamos a la cancha: ¿cómo ves a los grandes con Gustavo Munúa en Nacional y Diego Forlán haciendo sus primeras armas como técnico en Peñarol?

-Con una diferencia: conozco lo de Munúa, no conozco lo de Forlán. Conozco su trayectoria, su conducta, pero en la cancha, no sé... Acá hay un tema muy claro: no hay proyecto que se sustente sin resultados que los amparen. Hubo Tabárez 13 años porque un ghanés erró un penal, y antes porque Forlán convirtió un penal agónico ante Ecuador. Siempre es así, y eso no le quita valor a los Godín, a los Suárez, a los Cavani o Forlán de aquel momento. Y esto es lo mismo: no va a ser menos jugador y capaz que puede ser un técnico brillante, pero los resultados son los que van a amparar esa idea. Lo de Munúa, creo que nadie puede discutir que cuando estuvo como técnico en Nacional, lo que proponía era muy bueno. Los resultados, menos del 50% de los puntos ganó, pero dejó una idea que hoy sustenta esta convocatoria.

-¿Por qué estamos tan lejos de competir con fuerza a nivel internacional?

-La Copa Sudamericana es un escalón plausible, me da la sensación que es mucho más ganable que la Copa Libertadores de América. En la vida te acostumbrás a tomar un cortado a la mañana como te acostumbrás a tomar un whisky a las doce de la noche. Te acostumbrás a ganar y te sentís cómodo, te impacta la primera derrota, pero después te acostumbrás a perder. La mira la vas bajando, y vos podrás decir: "Si fuera tan fácil, me propongo ser campeón y con la propuesta ya está. Pero son 42 clubes, y los otros 41 también se van a proponer ser campeones". Sí, es verdad. Pero yo creo que hay de todo, se baja la mira y se cruzan de brazos, como diciendo: "Si paso la primera fase es un logro". Y así difícilmente llegue.

Yendo más al sustento de la pregunta: tenés una sangría muy grande. Fijate que Peñarol estaba supeditado a lo que hiciera o pudiera dejar de hacer (Facundo) Pellistri, con 17 años. Y creo que ese plantel te lo demostró: primero dependió de Gargano y el Cebolla Rodríguez, con treinta y pico, y en el medio se le fueron por necesidad los de 20, 21 y 22, y los de 24 y 25 se quedan en Europa, porque ganan más y vos no los podés traer. Todo eso incide, es evidente. Después está lo otro: la cantidad de equipos brasileños, mexicanos y argentinos más poderosos. Hay quienes te dicen: "Es obvio que no vamos a ganar la copa, cuando somos un país solo de tres millones", pero ese es el mismo que después te señala el ránking de la FIFA donde Uruguay está quinto o sexto en el mundo.

"Uno ha tenido la suerte de viajar y estas cosas de crímenes en el fútbol te las comentaban en otros países, pero vos mirabas y decías: '¿Cómo me podés decir que por 100 dólares hacen desaparecer a cualquiera?'. Y hoy lo tenés a la vuelta de la esquina"

Yo no me afilio a decir: "Qué distinta sería nuestra liga si pudiéramos retener a Darwin Núñez, Brian Rodríguez, o a Viñas y Corujo en Nacional, o si Suárez y Cavani no se hubieran ido tan jovencitos y los hubiéramos disfrutado un poco más". Porque, quizás, si se hubieran quedado más tiempo acá, hoy Suárez y Cavani no serían los mismos, porque el mercado y la categoría te lo absorben. Mirá (Federico) Valverde, se fue de acá siendo un proyecto de jugador, y en el Real Madrid se convirtió en un señor jugador, con un físico tremendo...

-¿En qué cosas de vos reconocés al muchachito del barrio Sur?

-En todo. Tengo los mismos gustos y los mismos valores. Yo me sentaba a tomar un vino cortado en la vereda, de tardecita, y al mismo tiempo que hacía eso, yo ya estaba en la radio y capaz que me tocaba viajar con una delegación y estar en un hotel cinco estrellas charlando con el presidente de un club. Y hoy también vivo los dos extremos, porque en un viaje los tenés. Yo no creo en los motes: si te hablo del barrio Sur y de mi infancia, "uy, qué luchador, éste es un buscavidas que no se olvida del barrio". No creo que si te bajás de un buen auto, perdiste las raíces; perdés las raíces si como ser humanos las quisiste perder. Ahora, si a los del barrio, los de la infancia, como te fue le quitaste el saludo, para mí gusto sos una mugre. Pero si vos seguís viéndote con ellos, seguís en contacto, si te preocupás por la gente, si te sentís cómodo en todos lados, ahí sos la misma persona.

-¿Sos feliz?

-...haciendo lo que hago, porque en el día a día soy muy inquieto. Me gusta mucho tener ideas y tratar de plasmarlas. Si yo no me sintiera bien haciendo lo que hago, tendría que dejar, y sin embargo, me encanta ese día a día que tengo.