El robo se constató cuando fueron a chequear las obras inventariadas en su taller de la localidad de Tigre, provincia de Buenos Aires. Según informó este sábado el diario El País la denuncia fue realizada por sus hijas, Mercedes y Agó.

El artista, fallecido el pasado 24 de febrero, había dejado toda la información de sus obras en un pendrive y cuando las hijas fueron al Taller a cerciorarse de que los cuadros estuvieron allí, encontraron que faltaban 100.

La viuda de Paez Vilaró no autorizó el ingreso de las hijas a la casa hasta nueve meses después de la muerte del artista: “Ahora nos autorizaron para pudiéramos hacer el inventario, aunque no nos permitieron entrar a la casa. Solo pudimos pasar al taller. Cuando fuimos a constar la existencia de esos cuadros, ya no estaban más”, señaló al matutino Mercedes Paez.

La denuncia fue realizada ante Interpol de Argentina. En esa casa, vive todo el año un hijo de Paez Vilaró y la viuda Annette Deussen, un casero y una secretaria que va tres veces por semana.

Mercedes Paez descree de un rumor que dice que un jardinero habría robado las obras: “Generalmente esos robos los comete otro tipo de personas”.