El desalojo del Codicen y los incidentes entre policía, docentes y estudiantes motivaron el pronunciamiento de casi todos los sectores de sociedad, desde el PIT-CNT, el gobierno, asociaciones docentes y legisladores hasta diferentes líderes sindicales.

El PIT-CNT, por ejemplo, "rechazó" el desalojo del Codicen y el procedimiento policial pero "tomó distancia" de "metodologías de decidir desde pequeños grupos" que construyen "escenarios de provocación", en alusión indirecta a Plenaria, Memoria y Justicia y el sindicato único del taxi.

Quien se pronunció en esta línea pero hizo una crítica más profunda sobre los procedimientos sindicales en los conflictos fue el presidente de la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida (FOEB), Richard Read, ex integrante del Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT.

Read defendió los reclamos de docentes y estudiantes pero criticó la metodología al entender que los sindicatos de la educación, entre otros ejemplos, se están alejando de la gente.

"Ponen a la gente en contra, porque no se puede establecer un paro a la 1:30 de la mañana cuando se debe llevar los gurises a las 7:30 de la mañana. Te dejan en banda. ¿Qué se hace con los chiquilines?", se preguntó en diálogo con Informativo Sarandí.

"No comparto la metodología. Estoy de acuerdo con la resolución de PIT-CNT. A río revuelto ganancia de pescadores. Lo que sucedió es una garroneada. Hacé tu conflicto y meté vos la camorra encima", dijo en alusión a los grupos que no pertenecían a la educación y participaron de los incidentes en el Codicen.

Además, reflexionó sobre la pérdida de apoyo popular de algunos reclamos sindicales. "Conflicto ganado con la opinión pública en contra no es conflicto ganado. Hay que repensar, porque se está perdiendo la credibilidad, el afecto y se está alejando a la gente. Me parece que es un demérito para el movimiento sindical. Hay que tener más cuidado en las movilizaciones para que no aparezcan cuatro vivos a arruinarte", agregó.

Read consideró que hay una sensación de "¿dónde está el piloto?" en algunos conflictos sindicales, pero aclaró que la legitimidad de los reclamos no están en cuestión. "Pero hay que adecuarse y generar un clima distinto sin perder los principios", opinó.