Un repartidor de la pizzería La Teja fue asesinado el pasado sábado por la noche en la zona de Villa Española. La víctima, de 56 años, llegó hasta el lugar para entregar un pedido en una casa.
Al momento de irse, fue abordado por dos delincuentes, quienes le exigieron que les entregara su moto. El hombre se resistió y, en ese momento, los delincuentes comenzaron a disparar hasta dejarlo tendido en el suelo.
La víctima fue trasladada al Hospital Pasteur y murió sobre las 21:00 horas. Tenía dos disparos en el pecho y otro en el brazo derecho.
Este lunes, el dueño de la pizzería, Horacio Villareal, consideró que están “acostumbrados” a los robos pero “no a un hecho de esta gravedad”.
La víctima del asesinato, llamado Ismael Alonso, no estaba trabajando para el comercio, pero a mitad de año llamó al dueño y le pidió para volver porque necesitaba el dinero. Desde agosto, Alonso trabajaba viernes y sábados por las noches.
Villareal, en diálogo con Telemundo, contó que cuando recibió la noticia de la muerte llamó al comercio para que suspendieran las actividades. “Se me cayó todo el piso”, rememoró el comerciante.
Antes de renunciar, sobre finales del año pasado, Alonso había pedido a los dueños no trabajar más por las noches. “Está complicada la cosa”, reflexionó Villareal.
“Yo no quiero privilegios como dueño de una empresa: simplemente quiero que el Estado, con sus responsabilidades, nos cumpla con lo que necesito un ciudadano: poder salir a trabajar tranquilo. Hoy no se puede y se va perdiendo cada vez más. Es jorobado. Siempre tengo claro qué quiero, pero hoy no sé cómo voy a seguir. No sé a dónde ir; está complicado”, añadió el comerciante.