Rendición de Cheka es mérito de los uruguayos, afirma periodista español

El periodista español Julio Alonso, uno de los últimos exponentes en ejercicio de una generación de reporteros de guerra descrita por Arturo Pérez Reverte en su libro "Territorio Comanche". Cuenta con una hoja de servicio que incluye casi todos los conflictos de los últimos treinta años.

En las últimas dos décadas le tocó visitó varias veces Congo, y se encuentra sumamente familiarizado con la compleja realidad sociopolítica del castigado país africano.

En diálogo con Montevideo Portal, Alonso se congratuló de la rendición del líder guerrillero Cheka, ocurrida en las últimas horas en la ciudad de Pinga. Tras iniciarse en los horrores del conflicto como niño soldado, cheka supo luchar primero para los Mai Mai y luego para sus enemigos, los tutsis. Finalmente, fue fichado por los ruandeses "malos vecinos" de los congoleses, que tercian de continuo en el conflicto en procura de sacar tajada de las riquezas mineras de la zona.

En agosto de 2010 sus hombres violaron durante días a las mujeres de los poblados entre los que se encontraban familiares del hasta ese momento aliado FDLR. Posteriormente, la tortura y asesinato de numerosos prisioneros terminó de ponerle la etiqueta de criminal de guerra.
Según Alonso, la rendición que "sorprendió" ayer al mundo, fue un asunto madurado durante varios meses por la oficialidad uruguaya presente en Congo, y a nivel local se "veía venir" desde hace días.

Alonso, que cuenta con numerosas fuentes de información en Congo, explicó que el lunes en la noche, 24 horas antes de la mencionada capitulación, "el comandante de URUBATT se fue a Pinga porque Cheka sólo se entregaba a los uruguayos".

Además, periodistas locales hablaban de una competencia "entre el gobierno del Congo y la MONUSCO (Misión de ONU en Congo) en anotarse una victoria", que en realidad había sido un logro de los uruguayos. "Curiosamente, una de las cosas que pedía Cheka era que los uruguayos mantuvieran sus bases".

Según Alonso, las negociaciones que culminaron con la entrega del rebelde insumieron meses de trabajo, proceso durante el que "al capitán uruguayo de Pinga lo amenazaron de muerte".

Para el cronista, la rendición es relevante, ya que se trata de "el primer criminal de guerra -si bien no está formalmente acusado hay pruebas de sobra para hacerlo- que se entrega a la ONU en el Congo".

"Es el huevo de la serpiente que se ha roto, porque Cheka era el sustituto de Bosco Ntaganda, porque a Cheka lo estaban fichando los ruandeses", y su detención "ha evitado que la MONUSCO se meta en un avispero, porque una cosa es luchar en los cerros de Ruchuru o en las planicies vecinas a Goma, y otra cosa es meterse a combatir en la selva, donde iba costar mucho e iban a caer muchos civiles", explicó. A su vez, recordó que Sudáfrica "ha estado intentando que esta situación se resolviera por la vía armada".

Durante varios años, "los uruguayos han estado apostando solos, se han reunido con Cheka y oenegés locales durante mucho tiempo. De hecho, las autoridades locales de Pinga, a la hora de negociar reconocían a la base uruguaya del Congo por encima de las autoridades del gobierno", destacó.

Enemigos íntimos

Acorralado por varios frentes "Cheka sabía que su única oportunidad de salir con vida era entregarse a los uruguayos", dijo Alonso.

"No le quedaba más remedio. Si se iba Ruanda, en menos de un año lo iban a traicionar y encarcelar. Si se entregaba a las autoridades del Congo , se lo iban a comer con patatas, e incluso los Mai Mai le tienen muchas ganas por traidor, por haber luchado del lado de los tutsi", detalló.

"Otra historia que se está sabiendo ahora es que los incidentes de agosto pasado, cuando una patrulla uruguaya fue apedreada, fueron una maniobra de Cheka para restar prestigio y poder a los uruguayos."

"Cheka, por un lado le tiene un miedo enorme a los uruguayos, pero por otro lado sólo se fía de ellos", resumió.

Lo que vendrá

"Ahora mismo, los cascos azules uruguayos tienen suficientes pruebas para entregar a la MONUSCO, y lograr que sea llevado al tribunal internacional por crímenes de guerra, porque torturar y matar prisioneros es un delito de lesa humanidad".

Si bien la capitulación de Cheka no significa el fin de la guerra en el Congo, permite al menos un respiro. "La guerra seguramente volverá, por desgracia, pero esto significa una tregua de al menos seis meses, hasta que los ruandeses encuentren y formen a un sustituto. Son seis meses en que los chavales podrán ir al colegio sin pensar que los van a secuestrar o matar".

El estilo uruguayo

Para Alonso, la rendición de Cheka es un logro más de lo que él llama "la vía uruguaya en el Congo", y que resume en la siguiente frase: "no son un ejército rico y lo saben, pero están acostumbrados a buscarse la vida en cualquier parte. Y aquí han decidió buscar la manera de evitar enfrentamientos, y están logrando cosas".

"Han montado una escuela de fútbol, el proyecto más barato que una oenegé podría imaginar, y eso les ha servido para recuperar la escuela y el hospital. Toda esa política social de ayudar a la población ha hecho a Cheka retroceder", sabiendo que se si atacaba a los uruguayos "la gente no lo iba a apoyar".

"Me gustaría que algún día me contaran cómo fueron las negociaciones, porque a Cheka lo conozco personalmente, y me pareció una bestia. Me gustaría saber quién ha sido capaz de negociar con esa bestia", concluyó.