La Junta Departamental de Montevideo aprobó este jueves un decreto que regula la venta de tortas fritas en la capital que establece la creación de un registro de vendedores y el requerimiento de mayores normas sanitarias para los puestos de venta.

El texto surgió como una respuesta a los pedidos de la Asociación de Tortafriteros del Uruguay, organización que nuclea a gran parte de los vendedores del tradicional alimento.

El edil nacionalista Enrique Arezzo explicó a Montevideo Portal que el decreto establece que la Intendencia de Montevideo llevará un registro de todos los puestos de venta de tortas fritas en la ciudad.

A partir de que comience a regir el decreto, los vendedores no podrán ubicarse en ramblas o avenidas y tendrán que cumplir todos los requisitos bromatológicos que actualmente cumplen otros puestos de venta de alimentos en la vía pública, como "los carritos". El uso de ropa blanca, pelo recogido, guantes y personal distinto para atender y cobrar son algunos de los requisitos que deberán comenzar a respetar.

"Queremos que los tortafriteros dejen de ser perseguidos como criminales" dijo Arezzo en relación a los problemas que se generan entre los vendedores y los inspectores municipales.

El edil señaló que el nuevo decreto es el producto de "un trabajo muy serio" realizado por los ediles de todos los partidos y representantes de la Asociación de Tortafriteros, que tiene más de 150 afiliados.

Arezzo sostuvo que el decreto apunta a beneficiar "a las familias que viven de la venta de tortas fritas", estableciendo que los permisos otorgados por la comuna serán "intransferibles".

"Es decir que los que estén registrados en la Intendencia son los que tendrán que atender los puestos" explicó el edil, recordando que generó preocupación la proliferación de "empresas" dedicadas a la venta de tortas fritas. "Había gente que tenía 20 o 30 puestos en Montevideo, pagándoles tres pesos a los empleados y llevándose una ganancia terrible" comentó el nacionalista.

Arezzo explicó que todos los vendedores tendrán 120 días para hacer todos los trámites para entrar en el nuevo régimen, como sacar el carné de salud o hacer el curso de manipulación de alimentos.