El líder independentista catalán Carles Puigdemont anunció este lunes que su partido, Junts per Catalunya (JxCat), ha decidido romper el acuerdo de apoyo parlamentario con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) del presidente Pedro Sánchez, decisión que deja al Gobierno en una delicada situación de minoría.

La medida, comunicada en una rueda de prensa en Perpiñán tras una reunión de la cúpula de Junts, responde —según Puigdemont— a "incumplimientos reiterados" por parte del Ejecutivo central respecto a los compromisos asumidos con el independentismo catalán tras las elecciones generales de 2023.

“El acuerdo político que permitió investir a Pedro Sánchez ha quedado superado por los hechos”, declaró el eurodiputado y expresidente de la Generalitat de Catalunya, exiliado en Francia desde 2017. La decisión será sometida a votación interna, aunque el líder catalán adelantó que “el respaldo de las bases es prácticamente unánime”.

Un apoyo clave en riesgo

En noviembre de 2023, tras unos comicios sin mayorías claras, Sánchez logró la reelección con el apoyo de varias fuerzas independentistas y nacionalistas, entre ellas Junts, a cambio de una agenda de diálogo y una controvertida ley de amnistía para los implicados en el proceso soberanista de 2017, incluido el propio Puigdemont.

Ese acuerdo, fuertemente criticado por la derecha española y por una parte del PSOE, permitió al presidente mantenerse en La Moncloa, pero también consolidó una legislatura dependiente de alianzas complejas y frágiles. La ruptura ahora anunciada amenaza con bloquear futuras votaciones clave, como los presupuestos generales, y alimenta la posibilidad de una crisis de gobernabilidad.

Las razones de la ruptura

Aunque Puigdemont no detalló todos los motivos específicos de la decisión, fuentes de Junts señalan como principales factores de tensión el estancamiento del diálogo político con Cataluña, la interpretación restrictiva de la ley de amnistía por parte del poder judicial, y la falta de avances hacia un referéndum pactado.

Desde el entorno del presidente Sánchez aún no hubo una reacción oficial inmediata. No obstante, en las últimas semanas varios ministros habían manifestado preocupación por el deterioro del vínculo con Junts y por el tono cada vez más crítico de Puigdemont, quien exigía mayor voluntad política para atender las demandas soberanistas.

Consecuencias políticas

La salida de Junts del bloque de apoyo parlamentario puede derivar en una parálisis legislativa o, en el peor de los escenarios, en un adelanto electoral si el Gobierno pierde el control de iniciativas fundamentales. Para evitarlo, el PSOE podría intentar reconstruir mayorías con otras formaciones regionalistas o moderadas, aunque los márgenes parlamentarios son estrechos.

El movimiento también reconfigura el tablero independentista en Cataluña, donde Junts busca diferenciarse de Esquerra Republicana (ERC), su rival histórico, que mantiene una posición más pragmática en su relación con el Gobierno central.

Con información de Europa Press