La semana pasada comenzó a funcionar en Montevideo la primera experiencia de refugio Mides para personas en situación de calle con la posibilidad de admitir mascotas.

La imposibilidad de acogerse junto a sus mascotas hace que muchas personas sintecho prefieran permanecer en la intemperie, dado que se niegan a abandonar a sus amigos de cuatro patas.

Es un lugar súper amplio y está muy bien instalado", contó a Montevideo Portal Astrid Sánchez, una de las creadoras de la Fundación Cero Callejero, entidad que, en modalidad de voluntariado y en coordinación´`on con el Mides, se encarga de gestionar el alojamiento y cuidado de los animales.

"Por suerte llegamos el día en que abrieron y pudimos instalarnos junto con ellos desde el comienzo. Ya hay mucha gente asistiendo", señala.

El refugio, sito en Veracierto 2663, es de momento el único que está admitiendo mascotas. Para su funcionamiento, la Fundación cuenta con los contactos e informaciones obtenidos con anterioridad.

"Ya estábamos vinculados con muchas personas con animales en la calle, y estábamos reocupados con qué iba a pasar" a la llegada del invierno, señala. Demás, reconoce que el refugio está situado en un sitio que a muchos les queda lejos". A modo de ejemplo, recuerda que uno de los primeros usuarios "se vino caminando desde el Prado. Le avisaron que estaba este lugar, le interesó, empezó a caminar y llegó", relata.

Por fortuna, ya están en marcha soluciones para superar esta distancia, ya que "muchas de estas personas tienen su actividad diaria, de subsistencia, en lugares más céntricos", reconoce la activista.


El refugio

"Hay gente a la que ya conocíamos y le hacemos el traslado. Además, mucha gente se ofreció a través de las redes a llevar a la gente con los animales o pagar los traslados", añadió. En el mismo sentido, desde el Ministerio de Desarrollo Social informaron a Montevideo Portal que dichos traslados también pueden coordinarse con los equipos móviles de dicha cartera, al 0800 8798.

Perros & compañía

Si bien hasta el momento sólo se han recibido personas con perros, Sánchez señala que el alojamiento no es privativo para canes. "Nunca sabe, puede aparecer alguien con un gatito" explica.

El refugio puede alojar a unas cien personas, y en los primeros días en modalidad apta para mascotas, sólo recibió a unos pocos animales. Para Sánchez, todavía "falta que se generé confianza, que se conozca" esta opción de refugio. Además, expresa que "en algunos casos se trata de parejas, de matrimonios, y el refugio es sólo para varones".

Por ello, entiende que la situación "se va a ir acomodando a medida que aparezcan más refugios como este, y surja una mecánica de traslados más flexible".

Sánchez recuerda que la iniciativa de colaborar con el Mides en este proyecto "surge porque estos perros son parte de la familia de las personas que llegan al refugio. No lo ven como un animal, sino como un compañero de la vida. Nuestra preocupación era que, en el intento de ayudar a las personas, podía terminarse por separarlas de sus mascotas, y que las personas con perros se sintieran por fuera de los mecanismos de ayuda".

Casi un spa

Cuando un perro llega al refugio, cuenta con la asistencia de "una veterinaria y un experto en conducta canina", relata.

"Evaluamos el perro, vemos si necesita atención y se la brindamos. Por razones de higiene le ponemos un collar y correa nuevos, con una identificación, y le decimos al dueño que guarde los que traía". En cuanto al alojamiento propiamente dicho, Sánchez aclara que en el refugio no se trabaja con jaulas ni caniles, y que no se separa a los animales de sus dueños.

"Al lado de cada cama hay unos ganchitos para la correa", describe. De ese modo, las personas pueden ir a comer o a bañarse sin riesgo de que animal escape o deambule por el lugar.

En el refugio los perros también reciben comida, y la asistencia llega "hasta donde quieran los dueños, porque son sus animales".

"Les preguntamos si están vacunados", y, en caso de tratarse de animales que visiten frecuentemente el refugio, también se ofrece la posibilidad de colocar un chip de identificación.

"Además de refugio, amos a darles toda la atención y cuidados que sus animales necesiten y que nos sea posible", enfatiza.

De animales y gentes

"La responsabilidad de alojar a las personas es del Mides. Nosotros queremos colaborar, dar una mano para que el ministerio pueda gestionar el tema de los animales, cubriendo esa área que es parte de nuestro objetivo como Fundación: el bienestar animal, la educación en tenencia responsable, y especialmente lograr que la sociedad vea la importancia que tiene a veces un animal en la vida de las personas", asegura.

Por otra parte, Sánchez explica que este trabajo con los animales es una buena forma de aproximarse también a sus dueños, y saber más de sus vidas y necesidades.


Marcela Bossi, Andrés Peirano y Mabel Magariños, parte del equipo de Cero Callejero

Tratamos de acercarnos un poco más a la gente, ver qué necesitan, cómo podemos ayudar", cuenta. Este abordaje puede permitir saber mejor "qué los llevó a la calle, hace cuánto que están ahí, ver si pueden realizar alguna tarea, sumarse a trabajar con la Fundación, porque creemos que todo el mundo tiene algo para dar". Por ello, en futuras instancias "nos gustaría poder generar ámbitos de trabajo, de incorporación".

En crecimiento

Si bien el de la calle Veracierto es de momento el único refugio Mides habilitado para animales y funciona desde 18.00 a 09.00 horas, desde Cero Callejero no se descarta extender la experiencia.

"Si surgen más refugios como este, el Mides también tendrá nuestro ofrecimiento, porque se ha sumado mucha gente. Tenemos voluntarios para trabajar, gente dispuesta a dar una mano en lo que sea", sostiene.

"Nuestro grupo de trabajo recién empieza, esto es una situación momentánea por ele invierno, pero nuestra idea es ir a más: crear albergues para animales, donde a su vez la gente tenga la posibilidad de insertarse, conta con, oportunidades de trabajo para mejorar su calidad vida y su inclusión en la sociedad", concluye.

Quienes deseen colaborar con esta iniciativa, pueden dirigirse a la Fundación Cero Callejero.