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Política

Pancho (no) va

Portugal: el destino diplomático que quería Bustillo y que gobierno del FA le dio a Ache

El excanciller aspiraba a ser designado por Lacalle Pou como embajador del país europeo al final del período pasado.

29.05.2025 19:47

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2025-05-29T19:47:00-03:00
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Por Cecilia Presa

El gobierno del frenteamplista Yamandú Orsi anunció oficialmente este jueves, en conferencia de prensa protagonizada por el canciller Mario Lubetkin y la vicecanciller Valeria Csukasi, que, entre otras designaciones, la exvicecanciller colorada Carolina Ache será la embajadora uruguaya en Portugal, si obtiene la venia del Senado.

Este hecho llamó la atención porque Ache pertenece a la oposición y, de hecho, fue precandidata a la presidencia por el Partido Colorado. Pero hay otro dato sobre el nombramiento que resulta llamativo.

Montevideo Portal confirmó con varias fuentes cercanas a Cancillería que el excanciller uruguayo Francisco Bustillo, cuando estaba en su cargo, quería que el entonces presidente Luis Lacalle Pou lo designara como embajador uruguayo en Portugal o España antes del final de su gestión.

Todo esto antes del escándalo que llevó a la renuncia del propio Bustillo, del exministro del Interior, Luis Alberto Heber; del exsubsecretario de la cartera, Guillermo Maciel, y del exasesor del presidente, Roberto Lafluf, el 1° de noviembre de 2023, luego del escándalo por la destrucción de documentos públicos vinculados con el otorgamiento de un pasaporte uruguayo al narcotraficante prófugo de la Justicia Sebastián Marset.

Ache, por su parte, había renunciado a mediados de diciembre del 2022 por el mismo caso y, tras esto, presentó una serie de audios a la Justicia en los que se escucha a quien era su jefe en el Ministerio de Relaciones Exteriores aconsejándole fingir la pérdida de su celular para no entregarlo a la Justicia.

Antes de que todo eso pasara, en Cancillería era sabido que Bustillo esperaba que, antes de dejar la Presidencia, Lacalle Pou lo enviara como jefe diplomático a España —en donde fue embajador entre 2012 y 2020— o, en su defecto, a Portugal.

Esta segunda aspiración era más lógica, dado que el puesto de embajador uruguayo en el país luso estuvo vacante durante dos años. En cambio, lo de España implicaba el traslado del entonces embajador uruguayo en ese país a Portugal.

Entonces, la radio pasillo y algunos gestos de ambas partes indicaban que el lugar estaba reservado para Bustillo. El cierre de su gestión en un país europeo era un broche que tenía lógica: el presidente le estaba dando un puesto seguro a quien es funcionario diplomático de carrera ante un por entonces posible triunfo del FA. Pero, además, el sueldo como embajador es bastante más abultado que el de canciller.

Finalmente, las circunstancias —y sus acciones— hicieron que el presidente relegara la propuesta a un pedido de venia enviado a Comisión Permanente al Senado, pero para designar a Bustillo en Perú, un país que no sonaba tan rimbombante.

Ante el final de la gestión del exvicepresidente Luis Hierro López en el país latinoamericano, Lacalle Pou elevó la propuesta a la Cámara alta del Parlamento, pero esta naufragó por no contar con los votos de los legisladores frenteamplistas, ni el de Carmen Sanguinetti, del sector Vamos Uruguay del Partido Colorado.

Por Cecilia Presa