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Por The New York Times

Por qué Puerto Rico añadirá ‘USA’ a sus licencias de conducir

Desde hace tiempo, muchos residentes de Puerto Rico consideran insostenible el estatus de la isla como territorio colonial.

11.10.2023 13:24

Lectura: 7'

2023-10-11T13:24:00-03:00
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Por The New York Times | Eduardo Medina

En mayo, Humberto Marchand encendió la cámara de su teléfono y empezó a grabar dentro del aeropuerto porque no podía creer lo que estaba oyendo.

Su video se publicó en redes sociales y mostraba a un empleado de Hertz, la cadena de alquiler de autos, negándose a entregarle a Marchand el vehículo que había reservado con antelación porque había presentado una licencia de conducir expedida en Puerto Rico, de donde es originario. El empleado no se dio cuenta de que eso significaba que era estadounidense e ignoró las súplicas de Marchand que repetía: “Es un documento de identidad válido”.

Eileen Vélez Vega, secretaria de Transportación y Obras Públicas de Puerto Rico, se sintió cada vez más frustrada al ver ese video en primavera, lo que reavivó la preocupación por el trato que reciben los puertorriqueños en Estados Unidos y por la manera en que su pasado colonial sigue irritando a la isla.

“Me sorprendió la falta de educación y de conocimiento que existe”, comentó Vélez Vega en una entrevista, y señaló que las personas nacidas en Puerto Rico, Estado Libre Asociado de Estados Unidos, tienen la misma ciudadanía estadounidense por derecho de nacimiento que las personas nacidas en los 50 estados. “No podía creer lo que estaba pasando”.

Vélez Vega y su departamento hicieron llamadas al Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos durante el verano para hablar de una posible solución.

El martes, el gobierno de Puerto Rico reveló su plan: ahora en los permisos de conducir figurará en la parte superior la frase “Puerto Rico USA”, una adición que las autoridades esperan que reduzca al mínimo los problemas cuando los puertorriqueños viajen al territorio continental de Estados Unidos.

Este año se han producido varios casos con repercusión mediática de puertorriqueños a los que les han dicho de manera errónea que sus licencias no son en realidad un comprobante de ciudadanía estadounidense, y muchos de esos casos han llamado la atención gracias a reportajes de la CBS: a una familia puertorriqueña que regresaba a la isla desde Los Ángeles se le pidió su pasaporte porque el empleado de la aerolínea parecía desconocer que la isla era territorio estadounidense.

En otro caso, a un puertorriqueño no se le permitió comprar un anillo de compromiso en California porque el empleado de una cadena de joyerías no aceptó su licencia de conducir puertorriqueña como identificación válida.

Roberto Cruz, abogado director de la oficina sureste de LatinoJustice, dijo que “es lamentable que el gobierno puertorriqueño haya creído necesario incluir la palabra ‘USA’ pero, si es útil para que los puertorriqueños reciban un trato decente y los servicios que merecen, entonces lo apoyamos”.

Aun así, en una isla que ha tenido una relación complicada y a veces tensa con Estados Unidos desde que se anexionó en 1898, tras la derrota de España en la guerra hispano-estadounidense, hasta el más mínimo cambio puede desencadenar cuestiones políticas que llevan planteándose más de un siglo: ¿Cuál es exactamente la relación de Puerto Rico con Estados Unidos y qué significa para la isla la soberanía en el futuro?

Desde hace tiempo, muchos residentes de Puerto Rico consideran insostenible el estatus de la isla como territorio colonial, y debaten los pros y contras de la estadidad, ser un Estado Libre Asociado y la independencia, explicó Charles Venator-Santiago, profesor de Política y Derecho Latino en la Universidad de Connecticut.

Puerto Rico ha celebrado seis plebiscitos no vinculantes sobre si debería convertirse en un Estado, el más reciente en 2020, en el que el 52 por ciento de los votantes de la isla respaldaron la medida. La participación a menudo ha sido baja, en medio de boicots por parte de los críticos que apoyan el statu quo, o la facción más pequeña que busca la independencia.

Según Venator-Santiago, esta dinámica ha convertido un ajuste al parecer mundano de las licencias de conducir en un emblema de la lucha por la estadidad.

Más allá de las implicaciones políticas, algunos dudan de que la etiqueta “USA” —que otros territorios, como Guam, también tienen en los permisos de conducir— vaya a evitar percances en los estados.

Uno de esos escépticos, Mario Pabón, de Carolina, Puerto Rico, recordó que una versión anterior de la licencia puertorriqueña que llevaba impresa la bandera estadounidense no le ayudó a evitar prejuicios o situaciones vergonzosas.

Hace casi una década, cuando tenía unos 40 años, Pabón relató que iba a entrar con unos amigos a un bar de San Diego cuando un empleado le pidió que se identificara. Pabón sacó su licencia puertorriqueña con la bandera estadounidense.

“Tienes que enseñarnos tu pasaporte”, recordó Pabón que le dijo el empleado. Su pasaporte estaba en casa. Aquella noche no le dejaron entrar al bar.

Si los puertorriqueños pudieran escribir en sus licencias que estas son una prueba válida de que son estadounidenses, muchos “seguirían sin entenderlo”, comentó Pabón.

Andrew Padilla, un doctorando que estudia gobernanza en la Universidad de Nueva York y es puertorriqueño, indicó que tener la palabra “USA” en una identificación “no combate la ignorancia”.

Una encuesta de 2017 mostró que solo una escasa mayoría de estadounidenses sabe que los puertorriqueños son ciudadanos estadounidenses.

Vélez Vega, del Departamento de Transportación de Puerto Rico, declaró que es necesario “educar más y orientar más a la gente fuera de Puerto Rico” para que sepan que las identificaciones son válidas.

Aunque el asunto no es nuevo, aseguró, el cambio de este mes fue impulsado en última instancia porque esos problemas eran “cada vez más públicos y frecuentes”.

En 2019, José Guzmán Payano, de 24 años, mostró una licencia puertorriqueña a un empleado de CVS cuando intentaba obtener medicamentos de venta libre para el resfriado. Pero el empleado preguntó por el estatus migratorio de Payano y luego pidió ver su visa antes de negarle el medicamento.

Payano dijo en una entrevista que la nueva adición de “USA” en las licencias “es realmente una gran idea porque eso despeja muchas dudas que la gente puede tener con la identificación”. Algunas organizaciones de defensa de los puertorriqueños ven cierto valor en la nueva etiqueta, aunque advirtieron que no se debería interpretar como una solución completa del problema.

Surey Miranda, cofundadora de Diaspora For Puerto Rico, una organización sin fines de lucro que pretende empoderar y apoyar a la comunidad puertorriqueña, comentó que cualquier medida que pueda mejorar la manera en que los puertorriqueños navegan los servicios “por supuesto que va a ser bienvenida”, pero un problema más profundo persistirá: la “idea de ciudadanía de segunda clase”.

Esa idea se refiere a que los puertorriqueños que residen en la isla no pueden votar en las elecciones generales y que no tienen derecho a algunas prestaciones federales.

Vanessa Díaz, profesora de Estudios Latinos en la Universidad Loyola Marymount que investiga la cultura y la política puertorriqueñas, dijo que el debate sobre los nuevos permisos de conducir subraya una “ignorancia general en torno a Puerto Rico y la realidad del colonialismo contemporáneo de Estados Unidos”.

Y los casos que han acaparado la atención nacional ponen de relieve otra cuestión que quizá no resuelva con la adición de “USA” en la identificación, señaló Díaz: a los latinos de todo tipo “se les trata constantemente como extranjeros, sin importar su ciudadanía, tanto si eres mexicoestadounidense de octava generación como un inmigrante recién llegado de cualquier lugar de Latinoamérica, o un puertorriqueño que vive en el territorio estadounidense de Puerto Rico”. El edificio del Capitolio en San Juan, Puerto Rico, el 12 de mayo de 2017. (Erika P. Rodríguez/The New York Times).