Se trata del último caso que enfrenta la ex legisladora ante la Justicia por una serie de delitos por falsificación de firma, según informó la agencia EFE.

En este caso, son tres certificados médicos que fueron adulterados por la abogada, en el marco de un juicio por desalojo.

Suárez fue procesada con prisión por otros dos casos. El primero fue la falsificación de la firma de un padre para hacerle renunciar a la patria potestad. El hombre comenzó una demanda en 2014 contra su ex pareja porque le impedían ver a su hija y ahí se encontró con que existía un documento en el que supuestamente había renunciado a la patria potestad.

El segundo fue la falsificación de la firma de una clienta para acceder una solicitud de cambio de sexo. Si bien Suárez tenía un poder, no era válido para ese tipo de trámite y optó por descartar el poder y directamente falsificar la firma de su clienta.

También existió una firma falsificada que la ex senadora comunista no reconoció y las pericias lograron determinar que efectivamente ella no había sido la autora.

La ex legisladora, que cumple prisión domiciliaria por razones de salud, deberá esperar el fallo del juez Marcos Seijas ante el pedido de la fiscalía.