El expresidente de la diplomacia colombiana y exaliado clave de Gustavo Petro Álvaro Leyva acusó públicamente al mandatario de sufrir una adicción a las drogas, intensificando la controversia política en torno al presidente. La acusación, realizada a través de una carta difundida en la red X (antes Twitter), generó un fuerte revuelo en Colombia y reabrió cuestionamientos sobre la salud y el comportamiento del jefe de Estado.
Según Leyva, durante una visita oficial a París en octubre de 2023, Petro desapareció por dos días sin explicación, episodio que el exministro interpreta como evidencia directa de consumo de estupefacientes. “Fue en París donde pude confirmar que usted tiene el problema de la drogadicción”, escribió, aunque evitó proporcionar detalles específicos.
Respuesta oficial: “He sido calumniado”
El presidente Petro respondió también por X, negando tajantemente las acusaciones: “Simplemente he sido calumniado”. Afirmó que durante esos días estuvo con su hija y nietos residentes en París y que, como jefe de Estado, siempre estuvo acompañado por el servicio secreto francés. Ironizó, además, sobre su supuesta adicción, diciendo ser “adicto al amor”.
Las acusaciones de Leyva no son nuevas en el tono, pero sí en su gravedad. Tras su salida del gabinete en febrero de 2024 —en medio de investigaciones por presuntas irregularidades en licitaciones—, el excanciller endureció su postura contra Petro. Ya semanas atrás había insinuado que “la persona que lidera la cima del Estado” padecía una adicción, sin nombrarlo directamente.
A esto se suma una referencia en la carta a un “estrechísimo colaborador” del presidente consumidor de cocaína, en lo que muchos interpretan como un señalamiento directo al actual ministro del Interior, Armando Benedetti, quien recientemente admitió haber superado un problema de adicción.
Reacciones de la oposición y controversia pública
Sectores de la oposición han aprovechado la denuncia para solicitar formalmente ante el Congreso que Petro se someta a exámenes toxicológicos y psiquiátricos, argumentando la necesidad de garantizar que el presidente está en condiciones mentales para gobernar.
En redes sociales, la carta desató una oleada de memes, burlas y mensajes de preocupación. El historial de llegadas tardías del mandatario a eventos oficiales y un antiguo episodio en el que admitió haber asistido ebrio a un acto como candidato han alimentado las sospechas y dado munición a sus detractores.
El escándalo reabre un debate complejo en Colombia: la legitimidad del enfoque del gobierno en la lucha contra las drogas. Bajo el mandato de Petro, el país batió récords históricos en producción de cocaína y áreas sembradas de coca. Su visión, basada en minimizar los efectos del consumo de cocaína y proponer su legalización, ha generado fuerte controversia dentro y fuera del país.
Mientras tanto, Petro sostiene que el modelo prohibicionista fracasó y que el whisky “mata más” que la cocaína, una afirmación que, en este contexto, ha vuelto a levantar ampollas.
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