Seré curioso

Uno más en el multiempleo

Pedro Bordaberry en Seré Curioso: "¿Talvi es renovación? No sé... Su gran problema es hacerse conocer"

El senador colorado, que vive sus últimos meses en la actividad política, divide sus jornadas como interventor de la AUF. En esta charla analiza la situación actual en el fútbol y la política.

08.11.2018 06:16

Lectura: 28'

2018-11-08T06:16:00-03:00
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Por César Bianchi

@Chechobianchi

Fotos: Juan Manuel López

 

Dice que fue elegido por la FIFA para intervenir la AUF poco después que hizo ediciones en su perfil de LinkedIn donde el senador comprometido se mostraba disponible para pasarse al sector privado.

            El caos reinante en la AUF creó un caldo de cultivo y una recomendación de un economista chileno con el que trabajó hace muchos años hicieron el resto. Una vez designado su jornada laboral dejó de ser de ocho a 10 horas para pasar de 14 a 16 por día.

            Se levanta entre las 4.30 y las 5, lee la prensa y se va al Parlamento. Al promediar la tarde se va hasta su despacho en la Asociación Uruguaya de Fútbol -el mismo que tenía Wilmar Valdez- y ahí se queda hasta la hora que sea. Al cierre de la edición de esta entrevista, sus negociaciones con dirigentes clubistas y otros actores habían permitido la aprobación de 60 artículos del nuevo estatuto que pretende la FIFA: uno más democratizador, donde tengan voz y voto el futsal, el fútbol femenino, el fútbol playa, los árbitros, los jugadores y los entrenadores, entre otros. La torta deberá cortarse en mayor cantidad de trozos, entonces las tajadas de quienes ya estaban en la AUF serán ineludiblemente más pequeñas. He ahí la cuestión:  saber zurcir para que los nuevos actores estén conformes y los ya existentes no se rebelen y asimilen el nuevo orden.

            Con la fecha límite del 2 de diciembre a la vuelta del calendario, Pedro Bordaberry pasa estos días entre sus menesteres como legislador -que lo tienen como un senador estudioso y muy trabajador- y la presión de intermediar para contentar a la FIFA de Infantino en tiempo y forma, y así evitar una eventual desafiliación que sería más que deshonrosa. En la sala de reuniones de la AUF, Bordaberry, además, analizó la situación actual del Partido Colorado -piropos a Sanguinetti, escepticismo respecto a Talvi-, evitó hablar de Fernando Amado, le reconoció méritos al gobierno de Vázquez y confesó no saber cuánto pesa la mochila de su apellido.     

-Estamos a 23 días de una eventual desafiliación de la AUF por parte de la FIFA. ¿En qué están las negociaciones para votar el nuevo estatuto que pide el órgano rector del fútbol mundial?

"¿Que me digan golpista? No es la primera vez en mi vida que me van por ese lado. La libertad es libre. Siempre le respeté la libertad de cada uno de que diga lo que quiera. Daría mi vida para que el señor Goñi y el señor Banchero puedan decir lo que les parezca"

-Yo no quiero mirar ese plazo, porque si tengo muy en cuenta el plazo, agrego una tensión innecesaria, y en segundo lugar, parece una amenaza. Pero el plazo está ahí, todos lo miramos de reojo. Hasta ahora venimos trabajando muy bien, hace ya una semana que nos venimos juntando todos los días a las seis de la tarde acá (en la AUF) a aprobar uno por uno los artículos. La semana pasada aprobamos 44 artículos, el lunes aprobamos como 10 o 12, hoy (el martes 6) esperamos avanzar más todavía... ya hemos aprobado 60 (hasta ayer miércoles 7), faltan unos 30. Ahora vamos a votar los artículos más conflictivos. Esos son los que son objeto de negociación fuera del horario de trabajo...

La principal duda es cómo se integra la futura asamblea, que se va a llamar congreso. Hoy en día la asamblea (o el congreso) está integrada con 16 clubes de la A con un voto cada uno, la B (Segunda División Profesional) con un voto, la C (Segunda División Amateur) con un voto y OFI (Organización del Fútbol del Interior) con un voto. En el nuevo estatuto habría nuevos miembros o afiliados, con distintas participaciones. Se hace distinguir tres grupos: el fútbol profesional, el fútbol amateur y los grupos de interés. Los clubes profesionales que hoy tienen 16 votos van a seguir, la B aspira a tener más votos, la C también, OFI aspira a tener más votos de los que tiene hoy, pero también aspiran a tener votos los nuevos actores, entonces los que ya tenían votos, tendrán menor incidencia. Si la A tiene 16 votos en 19 al día de hoy, y el día de mañana va a tener 16 en 40, perderá poder. Se integra el fútbol femenino, el futsal, los grupos de interés (esto es: los jugadores, los entrenadores, los árbitros).

-Hubo 10 clubes de Primera, más cinco de Segunda división, que interpusieron un reclamo ante el Tribunal Arbitral Superior (TAS) por la intervención de la AUF declarada por la FIFA. ¿Ese reclamo ante el Tribunal complicó estas negociaciones?

-Evidentemente que todo ese tipo de situaciones marcan posiciones. Y esas posiciones marcadas hacen más difícil trabajar en acuerdos. Yo he tratado de dejar de ver las posiciones y me he concentrado en ver los intereses. El recurso ante el TAS es un derecho que tienen los clubes, si se sienten afectados. Después, si el TAS entiende que ese recurso se podría interponer (hay un tema de legitimación activa ahí) o si el pedido de fondo tiene lugar, es un tema del TAS, no es asunto mío. Yo trato de que no me complique en mi tarea. Lo que he encontrado en todos, incluso en los que interpusieron ese recurso, es voluntad de diálogo. Y eso es lo importante. Todos se sentaron alrededor de una mensa buscando una solución. 

-Jorge Savia publicó en el portal Ecos que, en caso de que se concrete la desafiliación de la entidad, reconocerían el nacimiento de una Liga Uruguaya de Fútbol, integrada por los clubes que no apelaron al TAS. Esto permitiría que Uruguay pueda disputar la Copa América del año próximo, que se juegue el Sub 20 y los clubes que no apelaron puedan competir en torneos internacionales. Pero significaría una grieta en el fútbol uruguayo... Quedarían fuera de competencia, entre otros, Defensor Sporting, Danubio o su querido Wanderers.

-No tengo conocimiento de eso. Leí el artículo, pero no tengo conocimiento de que exista esa posibilidad, no me consta. Y sobre supuestos no me voy a pronunciar. Yo estoy trabajando para llegar antes de esa fecha (2 de diciembre) a un estatuto nuevo. Vos me estás diciendo que quizás se forme una liga aparte... bueno, no lo sé, es un supuesto, alguien lo habrá pensado, pero a mí nadie me lo planteó, y no tengo información de la FIFA ni de la Conmebol.

-¿En qué consiste el nuevo estatuto que la FIFA pretende que se vote? ¿Qué cambios sustanciales introduce?

-Los cambios más sustanciales que traería el nuevo estatuto es que se busca que haya un fútbol más inclusivo de todos los que practican fútbol en el Uruguay. Hoy en día la asamblea de clubes de la AUF está integrada por 16 clubes de Primera, un voto de la B, un voto de la C y un voto de OFI. Lo que se pretende es que todo el fútbol -no sólo el profesional- esté integrado a la Asociación y regido por la Asociación: el fútbol profesional, el fútbol amateur, hay una aspiración de que esté OFI, pero también otros actores del fútbol amateur como el futsal, el fútbol femenino, el fútbol playa, y también estén integrados los grupos de interés como árbitros, entrenadores y jugadores. Que todos sean parte de la AUF e integren el congreso. Yo me animaría a decir que es un cambio muy democratizador. Los clubes están de acuerdo en que se integren, la duda es los porcentajes con los que se integren. Pero esto ya no sería una AUF formada principalmente y en su enorme mayoría por clubes profesionales, sino integrado por una cantidad de otros actores más. Es un nuevo concepto adecuándose a lo que pasa en el mundo: así es en Francia o España, por ejemplo. En España los jugadores y exjugadores tienen 30 y pico por ciento de los votos en la Federación. Y otro cambio es que así como OFI tiene su liga, el futsal y el fútbol femenino tienen su liga, o eventualmente la Liga Universitaria tenga su liga, bueno, el fútbol profesional tendrá su liga profesional. Vos ves el fútbol de España y se llama La Liga. La Liga es distinta a la Federación Española de Fútbol, o la Ligue 1 en Francia. Vos tenés la liga profesional de un lado, y la liga amateur del otro, pero todo bajo el mismo paraguas de una asociación o federación. Es un cambio muy profundo. 

 -¿Y por qué genera resistencias en algunos clubes?

"Tengo la suerte de que el Senado empieza a las 9.30, y salvo alguna comisión, son todas en la mañana, con lo cual en vez de trabajar 8 o 10 horas, estoy trabajando 14 o 16. Entré en el fenómeno tan uruguayo del multiempleo"

 -Porque hay intereses. Hay intereses de tener mayor incidencia en la AUF, es una cosa humana: el que está quiere seguir teniendo la incidencia que tiene hoy, no quiere perder pisada, y los que van a entrar, quieren pasar a tener incidencia. Son legítimas las dos posiciones. Y obviamente, si van a entrar nuevos actores, los que están van a perder poder.

 -¿Es optimista de que se logre un acuerdo y se vote antes del deadline?

 -Esperemos que sí, estoy trabajando para eso desde el primer día que llegué acá. No va a ser fácil, pero esperemos que sí. Ni quiero mirar la fecha esa y las consecuencias posibles.

 -¿Cómo llega a ser elegido para liderar esta comisión regularizadora de la AUF? Porque, a ver, no es un dirigente del fútbol, sino un político.

 -Un asesor de Conmebol -con quien yo había trabajado hace mucho tiempo en temas ajenos al fútbol- sugirió mi nombre. Yo trabajé con él antes de meterme en política. Había compartido un trabajo profesional con este economista chileno que me conocía, y ahora es asesor de Conmebol. Manejaron nombres y él avaló el mío. Algunas personas hicieron consultas y alguno me llamó para decirme que estaban manejando mi nombre. Yo vi que mi LinkedIn estaba más activo, empezaban a seguirme más... Justo hacía unos nueve meses yo había cambiado mi perfil en LinkedIn, ya pensando en insertarme en el sector privado, dejando el sector público, y eso pudo haber influido. Así como también había dicho públicamente que me iba a volcar al sector privado. Y así se dio. 

 -¿Le molestó que lo llamen interventor o golpista, incluso comparándolo con su padre? 

 -No es la primera vez en mi vida que me van por ese lado. ¿Cómo lo tomo? La libertad es libre, cada uno puede decir lo que quiera. Y yo eso lo he respetado siempre, nunca me quejé, le respeté la libertad de cada uno de que diga lo que quiera, porque creo en la libertad. Y con la libertad no se hacen gárgaras, se hace respetando.

En definitiva, lo que dice el estatuto de la FIFA y por remisión del estatuto de la FIFA, el estatuto de la AUF, dicen que esto es una potestad que existe de parte de la FIFA de nombrar una comisión normalizadora. Ya nadie objeta que la FIFA puede tomar esa decisión. El gobierno con una ministra (María Julia Muñoz) dijo que no se podía, pero después de eso, analizaron el tema y quedó en nada. La AUF es miembro fundador de la FIFA y el estatuto de la AUF -el actual- dice que toma como suyas todas las disposiciones de la FIFA, y el de la FIFA dice que puede designar comisiones normalizadoras. Es un desplazamiento de autoridades para nombrar una comisión con determinadas finalidades, que es lograr que se apruebe el estatuto y convocar a elecciones. Ni siquiera los clubes que acudieron al TAS objetan hoy en día que la FIFA pueda tomar esa decisión. Lo que objetan es que no se dieron las condiciones, según ellos, porque todavía había plazos para aprobar el estatuto, pero no objetan que tenga la facultad de hacerlo.

-Precisamente, Uruguay todavía estaba en plazo de aprobar el nuevo estatuto cuando se decreta la intervención. Quizás el clima político en la AUF no ayudó: los audios, las llamadas divulgadas entre Walter Alcántara y el entonces presidente de la AUF Wilmar Valdez, el papel que jugaron Julio Ríos y Arturo Del Campo...  ¿Tuvo algo que ver?

-Vos te estás contestando.  Yo tomo tu respuesta. Nadie puede negar que el clima no era el mejor: acusaciones cruzadas en la Fiscalía, renuncias de candidatos, otros candidatos que no superaban el examen de idoneidad, es decir, el clima no era el normal de una elección. 

-Daniel Banchero y Máximo Goñi, periodistas de Tenfield, hablaron de golpe de Estado...

-Me han dicho cosas peores (que decirme golpista) en mi vida política. Los que creemos la libertad de opinión, respetamos la libertad de opinión, lo que no quiere decir que no te lastime y te duela... En 1838 (Fructuoso) Rivera asume su segunda presidencia y dicta un decreto por el cual él y todos sus secretarios ministros no sólo decían que respetaban la crítica, sino que renunciaban a ejercer cualquier acción posterior por daños y perjuicios en caso de que no fuera cierto lo que dijeran de ellos. Es decir, querían garantizarle la absoluta libertad de opinión a todos. Es aquello de "No opino como usted pero daría mi vida para que usted pueda expresar su opinión" que no lo dijo Voltaire (NdeR: La frase "Estoy en desacuerdo con lo que dice, pero defenderé hasta la muerte su derecho a decirlo" se le atribuye al pensador francés Voltaire, pero hay quienes sostienen que la autoría es de su biógrafa británica Evelyn Beatrice Hall). Así que es así: daría mi vida para que el señor Goñi y el señor Banchero puedan decir lo que les parezca.

-¿Qué opinión tiene del mentado AUFGate, que llevó a la Justicia a investigar supuestos actos de corrupción y pedir los famosos audios entre el operador Walter Alcántara y el expresidente Wilmar Valdez?

-Mirá, yo hice un estudio durante seis meses del caso Ancap. Integré la comisión investigadora y fui uno de los denunciantes. A partir de que el caso llegó a la Justicia, no opiné más, porque me parece que no corresponde. Cuando lo tiene la Justicia, que la Justicia investigue. ¿Qué me voy a poner de comentarista de lo que tiene que hacer la Justicia? Y además, yo estoy acá en la AUF, pero soy senador todavía. Integro un poder que es distinto y no tiene que tener injerencia sobre otro poder.

-Viene dividiendo su tiempo entre el Senado y la AUF. ¿Dónde pasa más horas por estos días?

-De entrada pedí licencia durante un mes en el Senado, porque no sabía muy bien cómo era esto. Venía acá a las 8.30 y me pasaba todo el día acá (en la AUF). Me venía full time acá hasta agarrarle la mano, a ver cómo era: ahí vi que los funcionarios entran a trabajar a las 12, y abre al público a las 14, pero se empieza con fuerza a trabajar a partir de las 16 o 17. Yo tengo la suerte de que el Senado empieza a las 9.30, y salvo alguna comisión, son todas en la mañana, con lo cual en vez de trabajar 8 o 10 horas, estoy trabajando 14 o 16. Hay mucho trabajo del Senado que hago desde mi casa, además: proyectos de ley, estudios... Aparte, me levanto 4.30, 5, todos los días, leo la prensa y me pongo a trabajar. Entré en el fenómeno tan uruguayo del multiempleo. Pero esto de la AUF tiene plazo, ese es el tema.

-¿Hay alguna chance de que termine incursionando en la dirigencia del fútbol?

La designación de la FIFA dice expresamente que tenemos que llamar a elecciones, y no podemos ser candidatos. Y presidente de Wanderers, no, no... dejá quieto.

-Hablemos de política: ¿Cómo ve la interna colorada, con Sanguinetti amagando a tirarse de candidato, José Amorín que ya estaba y los aires nuevos de Ernesto Talvi?

-Creo que el partido se ha renovado, lo cual está bueno. Si bien está Amorín que ya estaba, está la presencia nueva de Talvi, que hoy todavía es una incógnita, y está el retorno de Sanguinetti, así que hay una efervescencia de una cosa nueva. Lo de Sanguinetti habla de un aporte al partido y al país, porque él entiende que puede hacer un aporte a un futuro gobierno de coalición, si gana el Partido Nacional, ha dicho que quiere llegar a ser secretario general del partido, y la verdad que sólo admiración por una persona que logró todo dos veces y ahora dice: "El país me necesita" y sale a la cancha.

-Pero que un expresidente de 83 años tenga que volver a la arena política para levantar al Partido Colorado, ¿no habla también de la falta de liderazgos y falta de renovación del partido?

-Y bueno, es la realidad... será así. Me pregunto: ¿Talvi es renovación? No sé. Es un hombre grande, es más grande que yo. Es novedad. Una vez que te dedicás a la política sos político, a mí me decían: "Vos no sos político, sos técnico". Pero si te dedicás a la política, sos político. Me parece buenazo que esté Sanguinetti, y aparte está convocando, eso es lo que cuenta. Esa es la verdad de la milanesa. Y Talvi, no vamos a descubrir sus conocimientos técnicos, hay temas que domina. Hay que ver cuánta gente lo conoce y qué habilidades políticas tiene para desenvolverse en el ámbito político. Pero que sabe de economía, de educación, o de inserción internacional, no hay ninguna duda. Tiene el handicap de ser nuevo, y cuando sos la novedad, tus negativos son muy bajos -lo cual es una ventaja, porque al no tener trayectoria, no tenés hechos que hayan hecho que alguno no te quiera- pero el gran problema es que no te conoce la gente. Su gran problema es hacerse conocer.

-¿Vio venir que Fernando Amado podía alejarse del partido o lo tomó por sorpresa el anuncio?

-La verdad que yo no voy a hablar más de Amado. Él elige sus caminos y los va tomando. Hace tiempo que había resuelto no caminar más con él en la política. Ya hablé en su momento, no quiero hablar más de Amado.

-¿No se ha arrepentido de la decisión de dejar la actividad política al término de este período legislativo?

-No, no... Algunos me dicen: "Che, tenés que volver" en las redes y esas cosas. Pero esto es como lo que decía el "Corto" Buscaglia: "qué sponsor la muerte". Cuando te vas, sos un crack.  ¿Alguna vez fuiste a un velorio donde se habla mal del muerto? Bueno, esto es lo mismo. Me paran muchos colorados, pero también muchos blancos, diciéndome que debería ser candidato. Y cuando me viene un blanco, yo le digo: "Vuelvo si usted me vota" y los dejo pensando... El otro día uno me dijo: "Yo lo voto", y pensé "a la pucha".

-¿Qué lo llevó a tomar esa decisión cuando era el líder natural del coloradismo?

"¿Talvi es renovación? No sé, es más grande que yo. Es novedad y cuando sos la novedad, tus negativos son muy bajos, pero el gran problema es que no te conoce la gente. Su problema es hacerse conocer. Me parece buenazo que esté Sanguinetti, y aparte está convocando "

-La política te da la posibilidad de tomar decisiones sobre tu vida cada cinco años. A principios de 2000 vino Jorge Batlle y me ofreció ser subsecretario y después ministro, me dijo: "es por tres o cuatro años". Ahí me tomé un descanso en el estudio jurídico y me dediqué cinco años a la política. Cuando terminó eso, iba a volver al sector privado, pero me pidieron que sea candidato a la Intendencia de Montevideo, fui candidato por dos meses, y después volví al sector privado. Y tomé la decisión de estar cinco años en el sector privado, que es lo que yo quería. En 2009 decidí ser candidato y estuve cinco años en el Senado. En el período pasado, antes de ser candidato, dudé mucho. Lo analicé mucho, incluso con la familia, y terminé yendo cinco años más al Senado. Y hace unos años, le pedí una encuesta al "Sordo" (Luis Eduardo) González, y él me dijo: "Mire, usted va al Senado, seguro, se presenta y tiene tres senadores seguro, pero mire que no va a ganar las elecciones". Y yo me plantee: ¿quiero cinco años más en el Senado? Ya llevaba 10. Al comienzo del próximo período voy a tener 59, dentro de cinco años voy a tener 64, ya va a ser mucho más difícil reinsertarme en el sector privado. Entonces, dentro de cinco años iba a tener que pedir un cargo en un ente autónomo o en una embajada. Nunca lo hice, ni lo voy a hacer. Entonces, me pareció oportuno avisar un año y medio antes porque la gente (que estaba conmigo) tenía que tomar decisiones. Era una cuestión de responsabilidad.

-En abril le dijo a Gerardo Tagliaferro para Las 40 en este portal que en la pasada campaña "hubo mucha decisión política equivocada", sobre todo en la formación de equipos. Puntualmente, ¿cuáles fueron esos errores? ¿No pensar en un candidato a vice de otro sector colorado?

-Ese indudablemente fue un error mío, sí. Quizás elegía a un dirigente de la otra ala para la fórmula y me terminaban diciendo que cómo no elegí a (Germán) Coutinho que tenía el 75% de aprobación (en Salto). Siempre el mejor es el que está en el banco... pero ese fue un error que cometí, sí. Y otro: no haberle prestado atención a los asesores, no les di la pelota que debía haberle dado antes de tomar decisiones. Tenía un muy buen equipo de campaña y escuché más a la parte política que a los asesores, en cuanto a las estrategias. Eso puede haber sido otro error. Otro puede haber sido no haberme preparado más para otros escenarios, estábamos muy jugados a que (Jorge) Larrañaga ganaba la interna blanca, y no teníamos un plan por si ganaba Lacalle Pou. Con Lacalle Pou tenemos perfiles bastante parecidos. También la demora en designar el candidato a vicepresidente antes de empezar la campaña. Fueron varios, todos míos.

-Da la impresión que todos se dicen batllistas, entre los colorados, y también algunos fuera del partido. ¿Dónde ve el batllismo del Pepe Batlle usted?

-Batlle y Ordóñez decía que se puede ser colorado y no ser batllista, pero no se podía ser batllista sin ser colorado. ¿Por qué decía eso? Porque el Partido Colorado es batllismo, pero es otra cosa más. El Partido Colorado es, además, la ética de la responsabilidad de su fundador, de Rivera, y la defensa de los principios de República y libertad que defendimos en los muros de Montevideo con (Giuseppe) Garibaldi y varios más. Entonces, los que se dicen batllistas, a veces, no comparten esa ética de la responsabilidad de Rivera y de Joaquín Suárez, pero también sus principios de libertad, de República, que es esto de cuando me preguntaste si me enojaba golpista y te dije "respeto la libertad de opinión del otro". Por eso digo que el batllismo está dentro del Partido Colorado: porque así lo decía Batlle y Ordóñez.

Y dentro del Partido Colorado lo veo en todos, porque si vos lees el artículo 1 del a carta orgánica del partido, dice que el Partido Colorado es "el partido fundado por Fructuoso Rivera y su principio de la ética de la responsabilidad, inspirado en los principios de República y libertad, en la defensa de Montevideo, y los de justicia social de José Batlle y Ordóñez". Esa es una discusión que se dio en el año 84 en el retorno a la democracia. Hubo quienes incluso querían que el partido se llamara Partido Colorado Batllista y eso se zanjó con este artículo que te decía: si es colorado es batllista, y si es batllista, es colorado. Entonces, cuando alguno se dice batllista por la justicia social, hay que decirle que le falta la otra pata: el profundo humanismo de Batlle y Ordóñez, la defensa de la vida. Si vos lees Ideología de Batlle de Juan Grompone, ves que estaba preocupado por el niño por nacer, por la madre del niño por nacer, la defensa de la vida no sólo del ser humano, sino también por abolir las riñas de gallos o las corridas de toros. Es algo mucho más que la mera justicia social. Si estudiás, te das cuenta que es mucho más profundo el concepto en sí de batllismo. Algunos dicen "soy batllista, porque soy ateo", y de vuelta no estudiaron. Batlle no estaba contra la Iglesia, Batlle no quería que la Iglesia impusiera nada a aquellos que no creían en Dios. Pero respetaba muchísimo a los creyentes. Cuando se separa Iglesia de Estado, el Estado uruguayo le reconoce a la Iglesia las propiedades de sus templos, sus terrenos y sus edificios.

 -¿Se sintió traicionado dentro del partido?

 -Uno no tiene que ser ingenuo. En la política hay cosas que pasan, gente que te acompaña y gente que te deja, y gente que te dice una cosa y después hace otra. Y si vos pensás que eso no va a pasar, sos un ingenuo. Uno trata de cumplir con la palabra y ser confiable. Una cosa esencial en la política es que vos no andás firmando contratos. El del Frente Amplio sabe que el día que le dije "esto te lo voto", sabe que se lo voy a votar. Y saben que si digo que no, saben que le estoy diciendo la verdad. Como en todas las actividades en la vida hay gente que cumple su palabra y gente que no. Bueno, uno trata de caminar con aquellos que cumplen su palabra. Hoy hay en el Parlamento una generación nueva (de legisladores) que sabemos que cumplimos nuestra palabra.

 -¿Qué le reconoce al gobierno del Frente Amplio?

 -(Piensa) Hay una cosa básica que es la política antitabaco. Pero me parece que ya está llevado a extremos que atentan contra la libertad del individuo. La próxima es prohibir fumar, es lo único que le falta. El otro día aprobaron una ley sobre el papel de las cajillas... no, pará. Está bien que no fumes en un lugar donde vos podés afectar al que no quiere fumar, pero ya se fue a extremos. Le reconozco que la campaña tuvo éxito, que hay menos fumadores y eso repercute en el sistema de salud. Es algo bueno. En su momento, la campaña One Laptop Per Child fue una cosa buena, tener nativos digitales en un país es una cosa que está buenísima.

-Ambos logros son del primer gobierno de Vázquez... ¿Y después?

"Al comienzo del próximo período voy a tener 59, dentro de cinco años voy a tener 64, ya va a ser mucho más difícil reinsertarme en el sector privado. Entonces, dentro de cinco años iba a tener que pedir un cargo en un ente autónomo o en una embajada. Nunca lo hice, ni lo voy a hacer"

-A Mujica le reconozco muy poca cosa. Me parece que Mujica habló mucho, fue muy desordenado en el gobierno, y sobre todo, ese desorden llevó a una situación del país muy complicada, que heredó Vázquez y que no pudo dominar a tiempo. El problema de las empresas públicas y el agujero que dejó es enorme, el déficit fiscal ha sido enorme, el retroceso en materia educativa y sobre todo, las malas decisiones en materia de seguridad ciudadana. Te diría que a eso hay que sumarle una política exterior de amiguismo ideológico y no de defensa del interés del país. Eso nos ha traído a esta situación actual.

Y este gobierno de Vázquez es una cosa rara... Te lo divido por áreas. En economía no tuvo tiempo, o no quiso, parar un poco la mano con lo que estaba sucediendo, se iba aumentando el gasto rígido y eso es una macana. Creo que puso orden en las empresas públicas, después de un año y medio o dos, por lo menos, paró la sangría de Sendic y su barra en Ancap. Ahí hubo un cambio que tenía que hacerlo sí o sí, no sé hasta dónde es un mérito. Lo agarró en una coyuntura económica complicada, y tuvo que aumentar tarifas, entonces ahí tiene un lío. Y seguir con Bonomi en el Ministerio del Interior... me parece que debió haber cambiado. De repente es culpa nuestra, que pedimos tantas veces que lo saquen, que lo dejaron. Y creo que sí hubo un intento de cambio en la Cancillería, lamentablemente sin resultados. Me refiero a dejar de lado la política ideológica, se ha mostrado cercano a Macri, mejoró mucho el relacionamiento con Argentina. Y le reconozco que no tocó la política forestal, consiguiendo inversiones, la política turística también, el país hace 20 años que tiene la misma estrategia turística. Seguir el mismo rumbo de profesionalización, de abrir nuevos mercados, de capacitar, hay una estrategia que estuvo bien continuar.

-En la entrevista de Las 40 dijo que no tenía cintura para estar en política. ¿Cómo llega a esa conclusión, después de varios períodos como legislador y también como ministro?

-Eso me lo han dicho varios. Me lo dicen porque llega un punto en que digo "con esto no transo, hasta acá llego". Y a veces es bueno, y a veces no lo es.

-¿Se amigó con Rafael Michelini después de haberlo grabado sin su consentimiento y enfrentarlo en vivo en Zona Urbana en 2006?

-Hemos tenido algunos debates muy divertidos. Se ríen a veces los que están allí porque hablo y casi siempre me pide una interrupción y entramos en discrepancias. En algunos debates he tenido la suerte de tener la razón yo, y en otros ha tenido la razón él. Eso es lo que hay que destacar, que en una democracia podemos debatir los dos con respeto en el Parlamento, defendiendo nuestra posiciones. Con él tengo un trato respetuoso, pero no nos sentamos a aclarar aquel episodio. Hay que destacar que hemos tenido debates interesantes, que hacen ameno a los que están ahí presenciarlos.

-¿Alguna vez se enfrentó a su padre al discutir sobre su rol en el golpe de Estado del 73? ¿Discutió con él al respecto? ¿Lo enfrentó? 

"A Mujica le reconozco muy poca cosa. Me parece que Mujica habló mucho, fue muy desordenado en el gobierno, y sobre todo, ese desorden llevó a una situación del país muy complicada, que heredó Vázquez y que no pudo dominar a tiempo"

-¿Vos nunca discutiste con tu viejo? Te voy a ser bien claro: he intercambiado opiniones y he tenido coincidencia y diferencias con mi viejo, como todo hijo con su padre, a medida que va creciendo. Pero siempre he dejado eso en el ámbito de mi charla con mi viejo. Lo que nunca voy a hacer es revelar públicamente mis discrepancias con él, para que sea interpretado como que me quiero despegar de él, para sacar una ventaja política. Mi viejo es mi viejo, así lo he asumido siempre. Muchos me exigían que tenía que salir a condenarlo, y yo decía: mi viejo es mi viejo, y lo que hablé con él es entre él y yo. Las diferencias que he tenido con él las dejo para el ámbito privado, y más ahora que mi viejo se murió. No me podría mirar al espejo si revelara mis discrepancias con él.  Muchos me decían que me podía costar votos, y bueno, que me cueste, pensé yo. Pero no sería una buena persona si no dejara esas charlas de coincidencias y divergencias en el ámbito privado.

-A los 58 años, ¿le pesa menos el apellido? ¿Se acostumbró a esa mochila que heredó de su padre?

-Te pongo el ejemplo del gordo Vicente, con quién hacíamos deporte juntos. El gordo con una panza enorme, pero no sabés la agilidad que tenía y cómo se movía. Un día le dije: "Che gordo, ¿cómo hacés? ¿No te pesa la barriga?", y me contestó: "No sé, la tuve siempre". Esto es lo mismo: yo me apellidé siempre igual. ¿Si me pesa? No sé, siempre corrí con ese apellido. Supongo que para algo pesará, y para otra cosa ayudará.

-¿Es feliz?

-Busco la felicidad todos los días, la busco. A veces la encuentro, a veces no.