Contenido creado por Gerardo Carrasco
Policiales

La casa del horror

Paysandú: mujer que vivió con niños cautivos contó que adultos “disfrutaban hambrearlos”

“Tenía la pancita como los nenes desnutridos”, dijo sobre la niña, y calificó al padrastro y a la madre como “verdugos”.

05.01.2024 09:09

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2024-01-05T09:09:00-03:00
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La Justicia investiga la situación vivida en los últimos años por tres menores de una familia residente en Paysandú. Tal como informáramos, la situación salió a la luz luego de que uno de los niños escapara de la casa y contara la situación que vivía. Posteriormente, su hermana mayor se le unió en el relato y dijo ser víctima de abusos sexuales a manos de su padrastro, un hombre de 50 años.

El sujeto fue detenido y luego puesto en libertad con medidas cautelares. Ahora se investigan los castigos físicos y la privación de libertad y alimento denunciada por los menores, así como el accionar del INAU. En ese sentido, vecinos dijeron haber denunciado oportunamente la situación, sin lograr resultados.

Esta mañana, el periódico sanducero El Telégrafo publicó una entrevista a una mujer que vivió transitoriamente junto a la familia investigada, y aseguró haber presenciado situaciones desagradables y penosas.

“Me mudé para Paysandú en 2018 y me instalé en una casa en la misma cuadra de la pareja y los tres hijos de ella. Al no poder pagar el alquiler, me ofrecieron irme unos días a su casa. Estuve poco más de una semana, que me bastó para darme cuenta de algunas cosas que sucedían con los chiquilines; en ese entonces la mayor tenía 10 años y la más chiquita cuatro, más o menos”, contó la mujer, identificada con el nombre de pila de Andrea.

“Me di cuenta de que estaban en estado de desnutrición, físicamente se les notaba, y los tenían en un cuarto donde tenían las cuchetas, donde no tenían luz y les ponían candado para dejarlos encerrados”, refirió.

Durante esas semanas de convivencia, en la casa también estaban los hijos de Andrea. “Yo estaba acostumbrada a comer al mediodía y de noche, mis hijos pasaban comiendo, y esos días que estuve conviviendo con ellos me pasaba de cocinar de noche y cuando les iba a servir, porque miraban como con ganas, la madre y el padrastro me decían que no comían, que no les podía dar”, contó.

En su relato, la mujer insistió en que los tres niños pasaban hambre, y recordó algunas situaciones lastimosas.

Por ejemplo, rememoró una ocasión en la que a la niña se le cayó un vaso de leche. “Gritaba y lloraba con desesperación. El padrastro estaba trabajando en el puerto y la madre había ido a la escuela, y le hice otro antes de que vinieran y ella miraba con nervios para la puerta. Se tomó el vaso rápido y el pedazo de pan se lo metía de apuro. Pobrecita, tenía hambre y sed. Tenía la pancita como los nenes desnutridos, que tomaba un poquito y se le inflaba”, relató.

En sus declaraciones, Andrea no dudó en calificar estas situaciones como lo que eran: maltrato infantil.

“Recibían maltrato, les escondían la comida, les pegaba con un cinto. Si no pregúntenle al nene qué pasó un día que se escapó del cuarto para agarrar de la heladera dulce de leche: lo lastimaron todo, pobrecito. Tenía marcas en el cuerpo y la madre estaba ahí. Yo incluso le dije varias veces que no permitiera que por tener un marido a los nenes les pasaran esas cosas, y ella me miraba a los ojos y se ponía a llorar. La nena grande, que en ese entonces tenía diez años, era tímida, asustadiza y hasta su cuerpito estaba como cambiado. Una vez le pregunté si él le hacía algo, la tocaba o qué le pasaba, le dije que confiara, que la iba a ayudar, pero no se animaba, tenía vergüenza”, rememoró.

En el año 2019, cuando ya no vivía en la casa en cuestión, Andrea tomó cartas en el asunto.

“Hice denuncia en la Línea Azul, pero no pasó nada. Yo incluso iba a la vereda de ellos y les gritaba que los dejaran salir, pero no, parece que eso era peor. Cuando me mudé para una casa pegado a ellos, se asomaban y me pedían comida todos los días. Yo les daba, pero cuando el padrastro se daba cuenta los encerraba como castigo”, manifestó.

La mujer refirió que los niños salían solo para ir a la escuela y que a su regreso “tenían que ir al cuarto oscuro, no les daban de comer, se acostaban a veces con un vaso de leche y nada más”. Además, enfatizó que estas privaciones no se debían a una situación de pobreza.

“No era porque no tuvieran para comer, porque a él [padrastro] nunca le faltaban su carne, su pollo, su vino, sus cosas para comer. Ella siempre iba al almacén a comprar las cosas, solo que nos les daban nada, ni un paquete de galletitas”, aseguró.

“Son unos verdugos, porque disfrutaban de hacerles eso. Yo fui maltratada de niña y sé bien cómo la persona que lo hace lo disfruta, porque a mí me pasó con mi madrastra, que me pegaba y le hacía submarino a mi hermana. Entonces uno se da cuenta de cómo son las cosas”, agregó la mujer, quien dijo estar dispuesta a sostener sus palabras ante la Justicia.

“Me encantaría ser testigo y estar frente a un juez para poder decirle todo lo que sé, vi y vivieron esos niños que no fueron cuidados por nadie, porque para eso somos madres, no para preferir a un marido antes que a los hijos, y si tengo que decirlo frente a ellos, lo haré sin problemas”, concluyó.

El accionar del INAU

En las últimas horas, y luego de que la situación se hiciera pública, el INAU dispuso intervención de técnicos y entrevista a los menores, así como apoyo psicológico para la menor que dijo haber sido abusada sexualmente.

“Hay razones suficientes como para entender que hay que proseguir llevando adelante este caso en lo que hace investigarlo y en lo que hace a todos los procedimientos que correspondan para dar las mayores garantías a los niños y al adolescente”, dijo Guillermo Fossati, presidente de INAU, en declaraciones recogidas por Telenoche.

También se confirmó en las últimas horas que en 2018 la institución recibió dos denuncias por el caso a través de la Línea Azul (0800 5050). Sobre ello, Fossati dijo que en aquel entonces “se hizo todo lo que correspondía hacer, se buscó incluso tercerizar información dirigiéndose a la escuela donde los niños estaban asistiendo y no se encontraron elementos de evidencia como para validar la denuncia que se estaba haciendo por parte de los vecinos”.

“Estamos siempre de alguna manera saliendo a intervenir ante una situación instalada, lo que muestra que hay un esfuerzo de prevención grande que está siendo una asignatura pendiente a los efectos de reducir la prevalencia de este tipo de problemas”, manifestó el funcionario.



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