La oportuna intervención de un guardia de seguridad impidió que una niña se asfixiara.
Según consigna el periódico El Telégrafo, los hechos ocurrieron el pasado sábado en el Supermercado Independencia de la ciudad de Paysandú. Allí, un guardia de seguridad notó que una niña pequeña no podía respirar y le aplicó de inmediato la maniobra Heimlich, una sujeción desde atrás seguida de presiones, con el fin de que la persona a la que se le realiza expulse cualquier objeto que obstruya sus vías respiratorias altas.
“En cuanto la niñita lloró, pude darme cuenta de que la maniobra había resultado, porque si llora, respira, entonces está bien”, dijo Ángel Héctor, el guardia en cuestión, en declaraciones al citado medio.
“Hice lo que cualquier otra persona hubiera hecho en mi lugar. Lo que me parece increíble es que justo ese día yo había pedido para entrar a trabajar una hora antes, y sucedió en esa hora; de otra forma yo no hubiera estado en ese momento”, añadió.
Ángel tiene 40 años y residió 17 años en España, país donde se unió al ejército. Luego, tras jubilarse como militar, regresó a Uruguay junto a su pareja “buscando un poco de paz y tranquilidad”.
“En el ejército tuve la suerte de poder aprender muchas cosas, entre ellas muchas técnicas para auxiliar, que fue lo que pude hacer para salvar a esta niñita”, contó.
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